Fuente: El Financiero
En enero de 2016, La Comer era una especie de ‘pelícano mutilado’, que nacía de la escisión de la otrora Controladora Comercial Mexicana (Comerci), tras la venta de 143 tiendas de ésta de los formatos Mega, Alprecio, Bodega Comercial Mexicana y Comercial Mexicana a Soriana, además de centros de distribución y campañas promocionales como ‘Julio Regalado’.
Su despegue no fue fácil, pues tuvo que incurrir en elevados costos de logística -al quedarse con un solo centro de distribución para atender 59 tiendas- y mermas ante su nueva estructura, lo que presionó sus márgenes de ganancia.