Fuente: Redacción
A dos meses de que Lorena Martínez, renunció a su cargo como titular de la Procuraduría de la Defensa del Consumidor, Profeco, los servidores públicos de esa dependencia iniciaron una “cacería de brujas”, en establecimientos del centro de la Ciudad de México.
Con el pretexto de realizar revisiones de los precios de diferentes productos, clausuran los locales por supuestas violaciones a los mismos. Y, por el momento, no hay nadie en Profeco, a quién recurrir para frenar estas acciones.