La
debilidad del peso mexicano pondrá a prueba la determinación del Banco de
México (Banxico) esta semana, al tiempo que el Banco Central de Brasil (BCB)
volverá a usar artillería pesada para aplacar el desplome del real, colocando
más "swaps" cambiarios equivalentes a ventas de dólares a futuro.
El peso se hundió casi
hasta 21 unidades por dólar la semana pasada, un mínimo desde comienzos de
2017, golpeado por los temores a una guerra comercial de Estados Unidos contra
sus socios y la perspectiva de que Andrés Manuel López Obrador gane las elecciones
presidenciales de julio.