La
debilidad del peso mexicano pondrá a prueba la determinación del Banco de
México (Banxico) esta semana, al tiempo que el Banco Central de Brasil (BCB)
volverá a usar artillería pesada para aplacar el desplome del real, colocando
más "swaps" cambiarios equivalentes a ventas de dólares a futuro.
El peso se hundió casi
hasta 21 unidades por dólar la semana pasada, un mínimo desde comienzos de
2017, golpeado por los temores a una guerra comercial de Estados Unidos contra
sus socios y la perspectiva de que Andrés Manuel López Obrador gane las elecciones
presidenciales de julio.
El peso se mantendrá
con alto nivel de fiebre en los próximos días, de tal manera que no hay que
descartar un alza de tasa de interés de medio punto porcentual el próximo
jueves por parte de Banxico", dijo el director para América Latina en
Moody's Analytics, Alfredo Coutiño.
En Brasil, el real se
derrumbó casi hasta 4 por dólar, un mínimo de más de dos años, pese a que el
BCB había dispuesto la venta de swaps por 20,000 millones de dólares. La moneda
solo frenó la caída cuando el organismo anunció la colocación de otros 10,000
millones en esos contratos.
"El mercado se
convenció de que (el banco central) está haciendo lo que está diciendo. Si los
10,000 millones de dólares no fueran suficientes, colocará más. El BC tiene
lastre para eso", dijo el superintendente de la firma Correparti
Corretora, Ricardo Gomes da Silva.
El real sufrió por las
continuas preocupaciones sobre el escenario político electoral y el cuadro
macroeconómico de Brasil, que afectan a todos sus activos, llevando al
principal índice de acciones a acumular cinco semanas de pérdidas, su peor
racha desde enero de 2014.
En Argentina operadores
estiman que el peso se mantendrá en torno a 28 por dólar, luego de marcar un
mínimo histórico intradía de 28.50 el viernes. La tercera economía
latinoamericana está sacudida por una renovada turbulencia financiera y cambios
en el gobierno.
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