Fuente: La Jornada
En “un impasse” ha caído la negociación de las organizaciones de productores de jitomate o tomate rojo de México con el Departamento de Comercio de Estados Unidos sobre el arancel del 17.5 por ciento que les impuso a sus exportaciones desde el 7 de mayo, porque insiste en que “voluntariamente aceptemos que el 100 por ciento de los camiones que lleguen a la frontera, tengan que ser inspeccionados para asegurar la calidad de manera obligatoria”, informó Mario Robles, director de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES) y vocero de otras organizaciones afectadas.
En ninguna parte del mundo, dijo, existen requisitos de importación obligatorios y si Estados Unidos aplica tal revisión, entonces México “tendría todo el derecho de inspeccionar de manera obligatoria la calidad del maíz, soya, trigo, manzanas, uvas, carne de puerco y de pollo, entre otros productos que le importamos en grandes cantidades”, advirtió a nombre de CAADES, la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC), el Consejo Agrícola de Baja California (CABC), el Sistema Producto Tomate Nacional (SPTN) y la Asociación de Productores de Hortalizas del Yaqui-Mayo (APHYM).