Fuente: Expansión
La petrolera mexicana Pemex ve como sus ventas de gasolinas y diésel crecen a doble dígito desde que el gobierno decidió incrementar el precio de los combustibles, a inicios de 2017, y luego liberarlos para que cada estación fijara el valor por cada litro.
Pero el efecto positivo del llamado gasolinazo se diluye, debido a que la compañía vende cada vez menos litros y las importaciones de combustibles suben tanto en volumen como en costo de adquisición.