El
centro de negocios que China pretende desarrollar en Cancún, conocido como
“Dragon Mart”, es completamente
incompatible e inviable porque se llevarían a cabo obras que atentarían contra
la protección, restauración y conservación del manglar, aseguró la senadora panista Silvia Garza
Galván, presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático.
Este megaproyecto, remarcó, además de significar
una amenaza para los manglares, contraviene leyes federales y tendría efecto
sobre el cambio climático, al alterar el equilibrio de la región, donde se
encuentran más del 50 por ciento los
manglares del país.
“En
caso de que este proyecto se concrete estaremos ante un inminente daño al
ecosistema de manglar de Quintana Roo y a parte de la Península de Yucatán, que
por sí misma, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento
y Uso de la Biodiversidad, posee una riqueza del 54 por ciento del manglar
existente en todo México”, advirtió.
Indicó
que Dragon Mart estaría ubicado a tres kilómetros de la costa, a 18 kilómetros
del sur de Cancún, a 9 kilómetros del aeropuerto y a 11 kilómetros del
municipio de Puerto Morelos, del que formaría parte.
“Puerto
Morelos es un pueblo turístico-pesquero que alberga el Parque Nacional Arrecife
de Puerto Morelos; es un lugar completamente incompatible con este tipo de
megaproyectos por sus grandes extensiones de arrecife y manglar de gran
fragilidad ecológica”, sostuvo.
La
legisladora por Coahuila apuntó que en nuestro país, desde 2007, la Ley General
de Vida Silvestre, gracias a la lucha de
ambientalistas y sociedad civil organizada y comprometida con el ambiente,
protege al ecosistema de manglar en su artículo 60 Ter, que establece que
“queda prohibida la remoción, relleno, transplante, poda, o cualquier obra o
actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar, del
ecosistema y su zona de influencia”.
Explicó
que Dragon Mart sería el centro de distribución de productos chinos y se
encargaría de movilizar mercancía del país asiático por toda Latinoamérica;
consistiría en un conjunto comercial de estilo oriental con pabellones mercantiles,
naves industriales, 3 mil locales y bodegas, así como una zona inmobiliaria con
más de mil casas y conjuntos habitacionales, que darían alojamiento a
aproximadamente 3 mil familias que llegarían de China a trabajar en el lugar.
Agregó
que en Puerto Morelos las principales actividades económicas del lugar son la
pesca, el “esnorqueleo” en el arrecife y el turismo ecológico.
“La
amenaza del proyecto Dragon Mart Cancún para esta comunidad es inminente, ya
que tan sólo para abastecer al emporio chino tendrían que entrar por su pequeño
puerto unos 140 contenedores por día, en una primera etapa, pero se espera que
en tres años, en plena operación, lleguen a entrar más de 400 contenedores por
jornada, habría que convertir a Puerto Morelos en un colosal estacionamiento de
camiones, de áreas de carga y descarga con grúas, con lo que habría una
afectación irreparable a sus frágiles y muy importantes ecosistemas y acabaría
la actividad turística en toda el área”, subrayó.
Garzá
Galván resaltó que, además de los daños que se causarían al medio ambiente,
también habría afectaciones de índole económica, pues la planta productiva
nacional y el crecimiento de la economía se verían fuertemente impactados.
Por
ello, señaló que permitir la construcción de Dragon Mart traería consecuencias
económicas desastrosas para la industria nacional, pues sería como darle el
tiro de gracia a las ya de por sí afectadas industrias mexicanas por la
invasión de productos chinos a nuestros mercados.
De
este modo, acotó, es necesario que el gobierno federal evalué con
responsabilidad la situación y determine la viabilidad o no viabilidad del
proyecto conforme a las leyes mexicanas.
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