La Secretaría de Hacienda
denunció una red delincuencial de 31 importadores que por medio de 53
proveedores —la mayoría de origen asiático— y la participación de 22 agentes
aduanales, que introducían mercancías al país a un precio por debajo del real,
generando un daño fiscal por mil 431 millones de pesos, cantidad que según el
sector puede llegar a ser de 10 mil millones de pesos.
Se utilizaban a 113 empresas
con fachada de reciente constitución que no declaraban impuestos para
transferir recursos al extranjero.