viernes, 24 de octubre de 2014

Asiáticos evadieron millones en impuestos


 
 Fuente: Milenio
La Secretaría de Hacienda denunció una red delincuencial de 31 importadores que por medio de 53 proveedores —la mayoría de origen asiático— y la participación de 22 agentes aduanales, que introducían mercancías al país a un precio por debajo del real, generando un daño fiscal por mil 431 millones de pesos, cantidad que según el sector puede llegar a ser de 10 mil millones de pesos.
 
Se utilizaban a 113 empresas con fachada de reciente constitución que no declaraban impuestos para transferir recursos al extranjero.

 
Por ese motivo se embargaron cuentas bancarias a 85 empresas; está en proceso la cancelación de patentes a los agentes aduanales involucrados, se dio de baja a las importadoras del padrón de comercio exterior y en las próximas semanas se darán a conocer medidas para evitar que se sigan llevando a cabo esas prácticas detectadas en las aduanas de Manzanillo, Nuevo Laredo, Lázaro Cárdenas y en la del aeropuerto de la Ciudad de México.
 
En conferencia de prensa, el titular de la dependencia, Luis Videgaray, dijo que el contrabando técnico o subvaluación afecta a empresas del ramo textil y del vestido en perjuicio de 420 mil mexicanos que dependen de estas dos industrias.
 
Las empresas simuladoras se aprovechaban de fallas del Poder Judicial que desde octubre de 2013 operaba con una especie de amparos otorgados por jueces sobre todo en Baja California, para evitar ser revisados en las aduanas.
 
Por su parte, el jefe del SAT, Aristóteles Núñez, explicó que no se podía revelar el nombre de las empresas porque se está terminando de armar las averiguaciones, pero que ya no podrán seguir operando en el país.
 
Dijo que no son grandes firmas sino empresas de reciente creación que simulan operaciones con facturas falsas, declarando operaciones por un valor de 216 millones de pesos, y la mayoría de sus proveedores son de origen asiático, es decir, de China, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur aunque también de Panamá, Islas Vírgenes y en menor medida de Estados Unidos.
 
Incluso mencionó que algunas compañías son las mismas que están haciendo contrabando técnico en la industria del calzado.
 
De los 31 importadores detectados en la industria textil y del vestido, 70 por ciento tienen amparo, precisó, cuyos nombres se repiten con algunos que introducen calzado al país.
 
“Sí coincide también, inclusive, con operaciones de juguete o de vehículos importados, es decir, el amparo otorgado por los jueces de distrito señalados en el estado de Baja California, genera para ellos una suspensión definitiva, corrijo, no es amparo, sino es una suspensión definitiva; les genera a ellos un marco que les permite internar a este país cualquier tipo de mercancía sin que sea sujeta al reconocimiento o la revisión aduanera por parte de la autoridad”, explicó.
 
El presidente de la Cámara de la Industria Textil y del Vestido, Moisés Kalach, denunció que en los últimos 12 a 18 meses el nivel de ilegalidad en ese sector ha llegado a términos exorbitantes y ha tomado a la planta productiva “como rehén”.
 
Acusó que estos hechos fueron generados principalmente a través de la corrupción de jueces que otorgaron amparos y llevaron al nivel de subvaluación por arriba de 50 por ciento de las importaciones totales.
 
Estimó que según los cálculos del sector, la evasión fiscal generada por la subvaluación de mercancías en textil y vestido puede alcanzar una cifra mayor a la identificada por las autoridades.
 
“Los cálculos de nuestra industria nos hacen creer que la evasión fiscal puede llevarse a niveles de entre 8 mil y 10 mil millones de pesos, el equivalente a mil 200 millones de prendas que han entrado subvaluados a nuestro país en los últimos 18 meses, esto es, niveles de 10 prendas aproximadamente por habitante, lo cual creemos que es algo totalmente exorbitante”.
 
El empresario enfatizó que la ilegalidad inhibe crecimiento, inversión, “creatividad y moda”; en cambio, la legalidad estimula la “competencia, genera certeza, alienta a los empresarios y mejora a México”.
 
Por esa razón, sentenció que mientras que se tolere el contrabando técnico “no tendremos una innovación y un crecimiento”, por eso se debe combatir de manera frontal la ilegalidad.
 
Luis Videgaray aseguró que el objetivo de estas acciones es promover el Estado de derecho, combatir la impunidad y la ilegalidad, pero sobre todo generar condiciones para la inversión productiva y la creación de empleos.
 
“Estamos trabajando con la industria para establecer un paquete de medidas específicas a los textiles y al vestido, que permitan darle un impulso a esta gran industria mexicana y tomar medidas preventivas precisamente para que este tipo de actividad ilegal no vuelva a ocurrir”, anunció.
 
Advirtió que no quedará impune ese delito que en la ley está tipificado como subvaluación o contrabando técnico, cuando alcanza un valor de más de 70 por ciento del costo de los insumos y es una práctica que se ha venido generalizando desafortunadamente en los últimos meses.

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