Fuente: La Jornada
Un sostenido encarecimiento en el precio del gas para uso doméstico en semanas recientes añadió mayor presión a la economía de millones de hogares en el país, mermada por la disminución de salarios o pérdida de empleo como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Mayores precios del gas y la gasolina comienzan a reflejarse en incrementos en los precios de los alimentos. Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el precio promedio del kilogramo de gas LP (usado por 80 por ciento de las familias mexicanas) es de 23 pesos, un incremento de 15 por ciento respecto de los 20 que costaba a inicios de 2021, y de 26 por ciento frente a los 18.2 pesos de hace un año.