viernes, 4 de marzo de 2016

México se encamina a la dependencia total de gasolina extranjera

Fuente: Carlos Velasco

La decisión del presidente Enrique Peña Nieto, de libre importación de hidrocarburos es un acto precipitado, temerario y no consensuado pues esta medida lleva al país a un abasto de combustibles totalmente dependiente del extranjero.

Benjamín Garcia Páez, académico de la Facultan de Economía y Fabio Barbosa Cano, investigador del instituto de investigaciones económicas, ambos de la UNAM, reiteraron que es un acto precipitado pues tan solo en los últimos 17 años, las importaciones de combustibles pasaron de 127 mil a 364 mil barriles diarios. 

Ambos especialistas destacaron que la apertura precipitada de combustibles puede tener consecuencias graves ya que hay un incremento explosivo de consumidores debido al aumento del parque vehicular.

Por ello, tras el anuncio presidencial de que a partir del 1 de abril de este año (no hasta 2017 como estaba previsto) las gasolineras podrán importar los hidrocarburos sin tener que comprarle a Pemex, investigadores de la UNAM coincidieron en que esa medida lleva al país a un abasto de combustibles totalmente dependiente del extranjero. 

Benjamín Garcia dijo que “es una situación osada, temeraria y no consensuada, pues actualmente se importa –principalmente de Estados Unidos– el 52 por ciento de las gasolinas que se consumen en el país, es decir, 391 mil barriles diarios”.

Sostuvo que con esta medida el mercado de importación de este combustible se ampliará, lo que se aunará a la declinación del gobierno mexicano para continuar con la política de construcción de refinerías propias.

En su oportunidad, Fabio Barbosa,  resaltó una paradoja en el consumo de las gasolinas en México: hay un incremento explosivo de consumidores debido al aumento del parque vehicular y, al mismo tiempo, el crecimiento en la producción de combustibles propios ha sido mínimo, lo que orilla a la importación.

Asimismo, citó cifras sobre tres rubros del mercado mexicano en ese ámbito, entre 1997 y 2014: el consumo pasó de 515 mil barriles diarios, a 806 mil; la producción de 388 mil barriles al día, a 442 mil; y las importaciones de 127 mil, a 364 mil. 

“México cuenta con capacidad por día y medio, lo que en la jerga petrolera se denomina ‘terminales de almacenamiento y reparto’ (TAR); sólo ciudades como Acapulco, Salina Cruz, Veracruz y Puerto Madero tienen cabida para almacenar combustible por seis días. Entonces, ¿dónde se preservará la gasolina que se importe?, ¿quién pagará la infraestructura?”, remarcó. 

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