miércoles, 15 de febrero de 2017

Existe riesgo de que el país entre en recesión: CIDE

Fuente: La Jornada 

En un año en el que la economía mundial se fortalece, las expectativas de crecimiento de México se están revisando a la baja; se espera que la inflación y la deuda pública se sigan incrementando, e incluso existe el riesgo real de que el país entre en recesión, consideraron académicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Luego de una década en la que el gobierno mexicano han incumplido sus compromisos en materia de contención del gasto público, es poco probable que realmente se logre este año un superávit primario (una diferencia positiva entre los ingresos y gastos) de entre 0.4 y 0.6 por ciento como estima la Secretaría de Hacienda, con lo que la deuda pública seguirá creciendo hasta representar el 51 por ciento del Producto Interno Bruto, estimó el economista Raúl Feliz.

"Para que la deuda con relación la PIB no crezca se requiere un superávit primario de 1 por ciento y lo que se está planteando lograr se queda corto. Otros factores que actúan sobre la deuda, como el tipo de cambio y la tasa de interés nos llevan a proyectar que va a llegar a 51 por ciento. Yo creo que Hacienda misma lo sabe, es casi seguro, y también es casi seguro que nos van a bajar la calificación crediticia", comentó el profesor del Centro.

Durante una conferencia para hablar sobre las perspectivas económicas para México en 2017 ante el nuevo gobierno en Estados Unidos encabezado por el empresario Donald Trump, el también académico Fausto Hernández, dijo que la depreciación de 45 por ciento del peso frente al dólar ocurrió de octubre de 2014 -cuando estaba en 13 unidades por dólar- a mayo de 2016 -cuando llegó a 19-, es decir, antes de que incluso se definiera a Trump como candidato republicano, lo que significa que se trata de "un hecho doméstico".

Incluso señaló que el fenómeno Trump vino a ayudar al discurso gubernamental porque desvió la atención hacia afuera.

Explicó que a partir de 2014 los mercados internacionales se dieron cuenta que en México había un déficit en cuenta corriente y de deuda pública importantes, (que en realidad venían de tiempo atrás) lo que se combinó con una caída abrupta de los precios del petróleo y a que la reforma fiscal no dio los resultados que se esperaban.

"El gobierno empieza desde hace 10 años a no cumplir con el gasto aprobado por el Congreso, se ha gastado más. Esto le quitó credibilidad al sector público de poder cumplir. Yo no creo que el superávit ni siquiera llegue a equilibrarse, va a ser cero o negativo. Además hay un completo estancamiento de la inversión en cartera extrajera. Si el gobierno no da las señales de equilibrar la balanza pública nos van a bajar la calificación, eso es un hecho", advirtió Hernández.

Feliz agregó que en este momento la inversión en el país "está desplomada", pues ya está creciendo a cero por ciento o a tasas negativas debido a la incertidumbre que generó la nueva administración de Trump, lo cual no le permite a las empresas planificar y hacer inversiones de mediano y largo plazo, además de que las finanzas públicas, con todos los ajustes al gasto, están afectando el consumo y la inversión del gobierno.

En ese escenario señaló que la única fuente de crecimiento es el consumo -el cual avanzó alrededor de 3 por ciento el año pasado-, pero recordó que de acuerdo con el Inegi, este mismo clima de incertidumbre, además del gasolinazo, la depreciación del tipo de cambio y el incremento en las tasas de interés, llevó la confianza de los consumidores mexicanos a su mínimo nivel histórico en el mes de enero, lo que podría provocar un "shock" de consumo y llevar la economía a una recesión.

"Podremos tener crecimiento este año si rebotan las exportaciones pero el consumo va para abajo porque la economía está desacelerando, los bancos van a cortar el crédito ante el alza en las tasas de interés además de que el crédito se está encareciendo para empresas y familias, eso va a traer una desaceleración del consumo necesariamente. El desplome de la confianza del consumidor que se dio en enero significa que la gente está asustada y que podría detener su gasto, lo que podría generar un shock de consumo que sí puede mandar la economía a una recesión", advirtió.

Ambos especialistas consideraron que este año la inflación a los consumidores  llegará a 5.5 por ciento (por encima del límite máximo de 4 por ciento esperado por el Banco de México) debido al traspaso de la depreciación del tipo de cambio a los precios y esperan que la economía mexicana no supere un crecimiento de 1.5 por ciento, con riesgos a la baja.

De acuerdo con las proyecciones de los académicos, la tasa de interés del banco central llegará a entre 7 y 7.5 por ciento mientras el precio de la mezcla mexicana de petróleo promediará 47.1 dólares por barril.

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