Fuente: El Financiero
La desaceleración en la cartera crediticia se observa tanto en los préstamos al consumo como hipotecarios, de acuerdo con el reporte de Agregados Monetarios y Actividad Financiera del Banco de México.
De acuerdo con los analistas, un deterioro en el ingreso real de los trabajadores por el repunte en la inflación, así como el encarecimiento en el crédito, por los incrementos en las tasas de interés, han inhibido la actividad crediticia en México.
La cartera vigente al consumo reportó en noviembre un avance de apenas 1.5 por ciento, la cifra más baja desde noviembre de 2010. A su interior, el saldo de los créditos de nómina disminuyó 2.4 por ciento, con lo que acumuló seis meses consecutivos a la baja.
En tarjetas de crédito, el crecimiento fue de uno por ciento anual, cifra similar a la reportada en el mes previo, pese a las promociones del Buen Fin durante el mes.
En los créditos personales, el avance fue de 4.1 por ciento y en la cartera automotriz se registró una variación de 11.9 por ciento.
Las cifras apuntan a que en el último trimestre de este año se acentuó la desaceleración en el consumo privado, el principal motor de la actividad económica.
También el financiamiento a la vivienda perdió dinamismo, al pasar de 2.6 por ciento en octubre, a 2.2 por ciento en noviembre, mientras que el financiamiento otorgado a las empresas avanzó 5.1 por ciento, la cifra más baja desde diciembre de 2014.
En total, el crédito de la banca al sector privado avanzó a un ritmo de 3.7 por ciento, por debajo del 5.7 por ciento de octubre.
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