Fuente: El Financiero
El sector automotriz y de autopartes en Querétaro se ha consolidado como uno de los más fuertes en el país, creando un círculo virtuoso con otras industrias en el estado como la del plástico, la metalmecánica y el sector químico. Algunos de estos segmentos han logrado incluso, un ritmo de crecimiento superior al de la propia actividad automotriz en el último año, de acuerdo con cifras oficiales.
Sin embargo, empresarios y especialistas advirtieron de nubarrones en el panorama para esta bonanza, que representa miles de millones de pesos en su valor de producción; esto, debido a la coyuntura económica y comercial internacional, particularmente en lo que se refiere a la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ha tomado más tiempo del que se proyectaba; así como la “guerra arancelaria” que ha desatado la administración del presidente Donald Trump, y que finalmente alcanzó a México en semanas recientes, son los factores que prenden los focos de alerta para distintas industrias que están relacionadas con la rama automotriz, mencionaron.
En 2017, la fabricación de equipo de transporte en Querétaro –que considera la industria de autopartes y automotriz- reportó un valor de producción de 71 mil 30.8 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 8.6 por ciento respecto al año previo, según la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En comparación, la industria del plástico y del hule en la entidad, reportó un aumento anual de 18.4 por ciento en 2017, con un monto de 19 mil 140.8 millones de pesos; mientras que el sector químico tuvo un incremento de 17.9 por ciento en el lapso, con 30 mil 937 millones de pesos, según el organismo.
Otras industrias relacionadas con la actividad automotriz, que también presentaron un avance el año pasado en el estado, son, la fabricación de maquinaria y equipo, que registró un incremento anualizado de 4 por ciento el año pasado, con un valor de producción de 13 mil 523.8 millones de pesos; y, la fabricación de productos metálicos, con un monto de 11 mil 512 millones de pesos, que representó un avance de 1.4 por ciento en el periodo de referencia.
“Hay un proceso de integración económica productiva dentro de la industria manufacturera automotriz, donde otras empresas ven un impulso productivo a través de la fabricación de insumos”, mencionó César Augusto Láchira Sáenz, catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
“Aquí, el asunto es que los aranceles que está poniendo el presidente Donald Trump al acero y el aluminio, y los que pudieran venir más adelante, como el que se busca para los automóviles y otros vehículos automotores, también afecta a las autopartes, donde muchas veces se necesita de esta materia prima”, expuso.
De una u otra forma, la cadena de proveeduría se somete a este arancel, que provoca que los productos sean mucho más caros, y que afecta en la competencia entre los productos que se fabrican en México, y con aquellos que se producen en Estados Unidos.
Así, el objetivo del presidente Trump de atraer nuevamente a las empresas norteamericanas su territorio puede comenzar a concretarse hacia un mediano plazo, consideró Láchira, ya que a los costos de los aranceles y las expectativas sobre el TLCAN, se suma la política tributaria que se aplicó en EU desde inicios de 2018, con incentivos fiscales para las compañías que inviertan en el vecino país del norte.
“Ya se sabe que el TLCAN no se va a firmar este año, muy a pesar que México y Canadá están en la mejor disposición, pero el presidente estadounidense prefiere una negociación bilateral”, dijo.
Trum, añadió, “ha roto lo que podríamos llamar la armonía en la circulación de los insumos que había en muchas partes del mundo, en un mundo globalizado. Y en este contexto, las empresas que participan en la cadena productiva manufacturera de la industria automotriz se verán afectadas”.
Lo anterior, dado que la producción nacional de insumos para dicho sector no supera el 15 por ciento del total, de tal forma que la mayoría de la producción proviene del exterior.
Por su parte, el presidente de la delegación en Querétaro de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Jorge Rivadeneyra Díaz, reconoció que el sector en la entidad resentirá un impacto por las políticas comerciales emprendidas por Estados Unidos, aunque no se trata de una situación privativa de México.
“Ahora que se implementaron estos aranceles –al acero y al aluminio-, eso sí nos afecta”, aseveró.
Aunque reconoció que finalmente no es un tema que tenga que ver directamente con México, sino que la apreciación del presidente de Estados Unidos es que no han sido tratados con equidad en el tema comercial.
En este sentido, el líder de la Canacintra estatal consideró que esa es la opinión del mandatario y está en su derecho de implementar este tipo de políticas.
“Esta guerra comercial, por supuesto que nos afecta, a Querétaro y al mundo. El señor Trump está demostrando fuerza, está intimidando para después negociar (en el tema comercial)”, agregó.
Ante la situación, Rivadeneyra Díaz destacó la importancia de impulsar el mercado interno, a través de acciones que fortalezcan la economía y la productividad, así como atender los temas de seguridad pública y estado de Derecho.
A su vez, César Láchira aseguró que se tiene la oportunidad de apoyar y aumentar la productividad y participación del sector agropecuario en el estado, y en el país en su conjunto. Esto, como estrategia para dinamizar y diversificar la actividad económica.
Y es que, expuso, la dependencia con el exterior que se ha generado en la industria, este paradigma manufacturero, trae este tipo de consecuencias cuando los países centrales aplican medidas proteccionistas.
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