lunes, 4 de junio de 2018

Pese a todo, el peso no está peor que en elecciones de 2012

Fuente: Expansión 

Con todo y Donald Trump, los 'dimes y diretes' entre los candidatos, y escándalos de corrupción, la volatilidad del tipo de cambio a estas alturas del periodo electoral no es mayor que la vivida en 2012.
El castigo que recibió el peso este mayo fue menor al que sufrió en el mismo periodo del 2012. Ambas fechas fueron los preámbulos de las elecciones presidenciales en México.

En mayo del 2018, la moneda mexicana se depreció 6.24% frente al dólar a 19.9240 pesos por dólar; la caída fue menos precipitada que en mayo del 2012, cuando cedió 9.69 por ciento.

Además, este año tiene una carga extra el peso: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Debido a que la elección presidencial está relativamente lejos, desde el punto de vista de los mercados, el TLCAN ha pesado 75% sobre la moneda mexicana y el resto ha sido por las elecciones presidenciales, dijo Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina de Barclays.

En el 2012, existían otros puntos de presión, no solo para el peso, sino para la mayoría de las monedas. La crisis de deuda en la eurozona y la posibilidad de que España necesitara ayuda para sanear su sector bancario preocupaban al mundo en su momento.

Peso electoral  El comportamiento actual del peso frente al dólar no es peor al mismo periodo de 2012.  (Foto: Expansión)

En el plano local, una de las grandes diferencias entre mayo del 2012 y mayo del 2018 es la tasa de interés del Banco de México. Hace seis años, las tasas se ubicaban en 4.50%; ahora están en 7.50%

Una elevada tasa de interés -sobre todo respecto a la tasa de interés en Estados Unidos- le ayuda al peso a ser más defensivo tanto para temas locales como para factores externos, dijo en una entrevista previa Juan Carlos Alderete, subdirector de Estrategia de Tipo de Cambio de Banorte-Ixe.

Incluso, si el comparativo se amplía a los meses de abril y mayo de 2012 y 2018, el peso se comportó más defensivo este año. De abril a mayo del 2018, la moneda mexicana se depreció 8.86% cuando en el mismo lapso del 2012 retrocedió 9.69%.

La tendencia no es ninguna sorpresa. En cada año elección presidencial -desde el 2000- el peso siempre se ha depreciado entre abril y mayo e, incluso, nunca ha logrado avanzar en el segundo trimestre de dicho periodo.

Hasta el momento, el segundo trimestre más adverso lo ha registrado en el 2000, el paso cayó 6.26% ante el dólar pero eso puede cambiar.

Poco que celebrar

El peso resistió el embate de mayo (al menos mejor que en el 2012) pero el panorama de corto plazo no es favorecedor. Mientras más se acerquen las elecciones presidenciales, la volatilidad y presión sobre la moneda aumentarán.

En un pronóstico no oficial de Barclays -está en revisión- el tipo de cambio podría ubicarse en 20.80 pesos por dólar.

Los análisis técnicos son más adversos. El tipo de cambio puede ubicarse por encima de 21.50 pesos por dólar en el corto plazo. Después de que se resuelva la elección del 1º de julio y la renegociación del TLCAN, el tipo de cambio podría regresar a un rango entre 19 y 20 pesos por dólar, dijo Ezequiel Quiroz, analista de La Venta Advisors.

De cumplirse el escenario más complicado -21.50 pesos- significaría una depreciación del peso de 7.91% respecto a su precio de cierre del 31 de mayo; en el segundo trimestre del año el peso habrá perdido 17.47% ante el dólar.

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