Fuente: La Jornada
En un reporte, la agencia calificadora de valores indicó que en el país, las expectativas económicas se debilitaron debido a que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tomado diversas medidas que han disminuido la confianza de los inversionistas, tales como el cambio en la política energética.
"La ausencia de una dirección a largo plazo del gobierno mexicano también pesa sobre la confianza de los inversionistas", detalló.
En este escenario, consideró, si la administración no logra abordar de manera efectiva los desafíos que afronta el país y cumplir con sus promesas, existe el riesgo de que el deficiente crecimiento económico prevalezca, lo que "erosionaría la resiliencia económica del país", así como las condiciones operativas para las instituciones financieras locales.
"La severidad del impacto sobre el sistema bancario dependerá de cuánto tiempo le tome a la economía recuperarse. Un marco de más largo plazo provocará que se vean afectados negativamente la calidad de activos y desempeño operativo de los bancos, lo que debilitaría sus perfiles financieros y de negocio", expuso.
La agencia prevé que la continua incertidumbre con respecto a las políticas del gobierno reduzca la inversión del sector privado en sectores clave como el energético.
"Dada la estrecha correlación entre el crecimiento económico y el financiamiento de los bancos comerciales, esperamos que la cartera total de crédito crezca entre 7 y 8 por ciento, en promedio, en 2019 y 2020", manifestó.
Standard & Poor's precisó que los cautelosos estándares de otorgamiento de crédito implementados en los últimos años, como se puede observar en la saludable calidad de activos en medio del moderado crecimiento real del crédito, y los limitados desequilibrios económicos, ayudarán a evitar un abrupto aumento en los activos improductivos y en las pérdidas crediticias.
Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) al cierre de mayo, la cartera vencida del sistema bancario representaba 2.16 por ciento de los créditos totales, mientras que las pérdidas crediticias acumuladas en últimos 12 meses, representaban 2.4 por ciento del total de la cartera.
"Esperamos que los indicadores de calidad de activos se deterioren ligeramente debido al debilitamiento de la economía mexicana que dificulta la capacidad de pago de los deudores, argumentó.
Refirió que en los siguientes dos años, que cartera vencida se ubique entre 2.3 y 2.5 por ciento, totalmente cubierta con reservas, mientras que las pérdidas crediticias oscilarán entre 2.5 y 3 por ciento.
Puntualizó que la rentabilidad de los bancos mexicanos se mantendrá sólida en, con base en conservadoras prácticas de otorgamiento de crédito, lo que evitaría un incremento significativo en las provisiones, y considerando el alto porcentaje de depósitos de bajo costo en la base de fondeo frente a las tasas de interés actualmente elevadas en el país.
"Estimamos que el retorno a activos del sistema bancario mexicano se ubique en torno entre 1.5 y 1.6 por ciento entre 2019 y 2020. Por otra parte, el sistema bancario mexicano, de manera consolidada, aún reporta los niveles de capitalización más sólidos en América Latina y esperamos que esta
tendencia se mantenga en los siguientes 2 años", sentenció la agencia calificadora.
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