Fuente: El Financiero
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo.
Para analistas de Banorte, las cifras de agosto reafirman que la economía se encuentra estancada, “existe la posibilidad de una recuperación gradual que creemos más probable hasta el último trimestre del año”.
La lectura más llamativa del mes recayó en el sector servicios, principal motor de la economía nacional, ya que registró una caída de 0.09 por ciento anual, lo que significó su primer dato negativo desde 2009, año en el que la crisis económica impactó a México y al mundo.
El reporte señaló que cuatro de los nueve componentes que integran al sector mostraron signos de debilidad.
La mayor fragilidad se observó en los servicios educativos, debido a que registraron una disminución de 2.68 por ciento, su mayor descenso en dos años.
Los otros subsectores que mostraron debilidad fueron los comercios mayoristas, las actividades legislativas y los servicios financieros y de seguros, al registrar contracciones de 2.03 por ciento, 1.47 y 0.66, respectivamente.
En contraste, el mayor avance del mes lo aportaron los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, con una expansión de 3.27 por ciento a tasa anual.
Los servicios aportan poco más del 60 por ciento de la actividad económica nacional.
Por otra parte, las actividades secundarias, (aquellas que engloban las actividades industriales y manufactureras del país y que contribuyen con poco más del 30 por ciento de la economía mexicana), cayeron 1.05 por ciento, por lo que el sector ya casi acumuló un año en números rojos.
Los aportes negativos acontecieron en la minería y en la construcción, al reflejar descensos de 3.36 y 2.37 por ciento, en cada caso, mientras que las ‘utilidades’ (generación y distribución de agua, gas y energía eléctrica) y las industrias manufactureras crecieron a tasas de 2.64 y 0.3 por ciento anual.
A su vez, las actividades primarias (aquellas vinculadas con el campo y que aportan alrededor de 8 puntos porcentuales del PIB), reportaron una desaceleración de 0.86 por ciento, su nivel más bajo en los últimos tres meses.
En la variación mensual, el IGAE mostró un nivel de 0.1 por ciento, dato ligeramente superior a la contracción de 0.2 por ciento observada en julio.
De manera desagregada, los tres sectores productivos del país apuntaron a direcciones diferentes.
Las actividades primarias cayeron 2.6 por ciento, las secundarias aumentaron 0.8 por ciento y las terciarias se mantuvieron sin cambios respecto al mes anterior.
Respecto a la variación acumulada, los registros del Inegi señalan que la economía mexicana no ha crecido durante 2019, ya que la variación es de cero por ciento. No se había observado un dato más bajo para el periodo enero-agosto desde 2009.
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