Fuente: La Jornada
En su estudio “Panorama 2020 para bancos de América Latina: A prueba frente al entorno desafiante”, señala que el entorno global del crédito bancario en 2020 luce deprimente con Estados Unidos afrontando una posibilidad en tres de registrar recesión a finales del año, la situación cercana a recesión en Gran Bretaña y Alemania y el desaceleramiento en China.
En todo este panorama en su conjunto los bancos afrontarán cada vez más desafíos.
Advierte que los riesgos para el panorama de crecimiento de México están principalmente a la baja, debido al elevado grado de incertidumbre generado por las diversas políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, la calidad de los activos de la banca caerá por la economía más débil.
“Esperamos que la cartera vencida sea de 2.3-2.5 por ciento en 2019 y 2020 y esté cubierta en su totalidad con reservas.
Las pérdidas crediticias a créditos totales oscilarán entre 2.5 a 3.0 por ciento para el mismo periodo”.
Standard & Poor’s Ratings prevé que la economía mexicana se expandirá en 2020 a una de sus tasas más bajas desde la crisis financiera mundial, de alrededor de 1.3 por ciento.
“Proyectamos que el PIB de México se expanda solo 0.4 por ciento en 2019.
“Por ello, observamos necesidades de capital de trabajo más bajas y un menor número de proyectos de inversión.
“Por lo tanto, los créditos comerciales, los cuales representaban el motor del crecimiento del crédito, mostrarán un crecimiento modesto”, afirmó el analista principal para México, Alfredo Calvo.
Consideró que esto derivado a que el nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha tomado diversas medidas que han deteriorado la confianza de los inversionistas como la cancelación del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México y el cambio de la política energética.
“Sin embargo, si la administración de AMLO no logra abordar de manera efectiva los desafíos del país y cumplir sus promesas, existe el riesgo de que el pobre crecimiento económico persista, lo que podría erosionar la resiliencia económica del país y las condiciones operativas para las instituciones financieras locales”.
Para el próximo año, los cautelosos estándares de originación de crédito implementados en los últimos años y los limitados desequilibrios económicos ayudarán a evitar un marcado incremento en los activos improductivos y en las pérdidas crediticias.
También podríamos observar tasas de interés bajas por un periodo prolongado, y esto podría presionar la rentabilidad de los bancos.
Por ello, la calificadora internacional de valores seguirá observando qué tan exitoso es el gobierno mexicano para restablecer la confianza, a fin de impulsar la actividad económica. “En este sentido, estaremos evaluando cómo la demanda y la oferta de crédito se adaptan a tales condiciones”, refirió.
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