Fuente:
El Economista
El titular de la Secretaría
de Economía (SE), Ildefonso Guajardo, señaló que un proyecto como Dragon Mart
sólo se puede lograr a partir del diálogo y que sería incongruente para México
evitar la entrada de nuevas inversiones sin fundamento legal.
Al participar en la Reunión
Anual de Industriales (RAI), organizada por la Confederación de Cámaras
Industriales (Concamin), dijo que Dragon Mart en Cancún es un proyecto de
inversión que debe ser tratado como un escaparate.
Aseguró que con “el libro en
la mano”, los inversionistas hicieron una consulta para un modelo que “no puede
vender piratería, no puede violar las reglas del comercio exterior, no puede
utilizar contrabando, no puede utilizar triangulación y no puede vender
productos subsidiados a través de prácticas dumping”.
Advirtió que existe el
riesgo de que se pueda ver a México como un país discriminatorio al no permitir
la instalación de empresas foráneas y entonces, “con qué bases defendemos a
nuestros connacionales en el extranjero”.
Se trata de un proyecto de
inversión como un escaparate, que bien pudo tener otro nombre, pero cuyo modelo
ya existe en otras ciudades como Dubai, acotó.
Guajardo agregó que al
comenzar la actual administración federal se tenía como inexistente el proyecto
en Cancún, Quintana Roo, porque en ese momento Dragon Mart aún estaba en
proceso de autorización.
Industriales insisten en
modificarlo
El presidente de la Cámara
Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Rodrigo Alpízar
Vallejo, dijo que la respuesta del secretario de Economía se trata de una
postura técnica de respeto a la ley y que las condiciones del país no
permitirían una defensa natural de la industria nacional.
“Lo que hay que considerar
son las condiciones de este país. La misma diversidad de las aduanas, la
complejidad de la operación, no se revisan todos los camiones. Es decir. No hay
control absoluto de la piratería, ni control absoluto de la triangulación”,
destacó.
En ese sentido, Alpízar
Vallejo opinó que si bien algunos contendedores importados por Dragon Mart
serán detectados y destruidos, otros no.
Por ello, enfatizó que los
industriales consideran el asunto de Dragon Mart como uno de los de mayor
urgencia, porque “más allá de una inversión, lo que no se ha medido es el nivel
de depredación de un mercado así, sobre la industria nacional en cinco años. De
verdad, es uno de los temas más alarmantes y más preocupantes para este sexenio
en materia industrial”.
En entrevista en el marco de
la Reunión Anual de Industriales 2013, el presidente de la Canacintra opinó que
ni la reforma hacendaria, ni la energética, ni todas las regulaciones serán tan
dañinas para la industria como Dragon Mart que llega con un subsidio implícito
del 18% y no deja competir, “ni con la mejor reforma hacendaria, ni con las mejores
condiciones, no se compite. Se desindustrializa al país”.
Se trata, declaró, de que se
tenga un trato equilibrado, y apeló a la defensa de la industria nacional
porque dijo que a pesar de que ya fue autorizada la construcción, aún hay mucho
por hacer.
Al respecto, el presidente
de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Funtanet,
insistió en que una salida a la problemática que podría enfrentar la industria
nacional es modificar el giro de productos chinos a productos latinoamericanos.
Productos, dijo, que cumplan
con todas las normas, que no estén subvaluados y difícilmente se va a mantener
como un proyecto como lo tienen pensado.
Y entonces, insistió en su
planteamiento de hacer un Latin Mart porque dejó en claro que la industria está
dispuesta a competir, pero en condiciones de igualdad. “No voy en contra del
proyecto inmobiliario, sino del producto que se puede vender en ese lugar”,
aclaró.
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