Por Redacción
Cualquier decisión en torno a la revisión de los salarios
mínimos debe analizarse a fondo y sin prisas, afirmó el Consejo Coordinador
Empresarial, al subrayar que “no sería realista ni prudente estipular aumentos
con plazos perentorios, si no se ligan a objetivos como incrementos en la
productividad”.
En su mensaje semanal, el presidente del organismo cúpula
del sector privado, Gerardo Gutiérrez Candiani sostuvo que sin duda procede
hacer dicha revisión, pero sin plazos fatales, ya que el análisis tiene que ser
profundo sobre todo en materia de productividad.
Asentó que “ahí es donde está el gran reto, y la solución
a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, ante, un menoscabo global de
la productividad total de nuestra economía”.
Por lo que para poder avanzar, de manera necesaria se
tiene que perseverar en el esfuerzo de formalizar a millones de negocios y
trabajadores, al recalcar que en estos momentos la informalidad asciende a casi
60 por ciento del mercado laboral, sin embargo, esta apenas aporta poco más de
una décima parte del PIB, situación que debe modificarse.
Afirmó que en estas realidades es donde se encuentran las
raíces de problemas como el bajo crecimiento de la economía mexicana, y con
ello, “la pobreza y desigualdad que persisten”.
“Concentrémonos en las soluciones que más urgen y que
puedan tener un efecto positivo, sostenible y duradero. El sector empresarial
está comprometido con este esfuerzo”, pidió en su alocución semanal.
Argumentó que la productividad no es la misma en todos
los sectores productivos, ya que hay sectores altamente competitivos, que
incrementan su productividad a tasas del 6 por ciento anual en promedio, para
generar casi 14 mil dólares por empleado. Sin embargo, desafortunadamente ahí
está sólo el 20 por ciento de la fuerza de trabajo.
En comparación el 70 por ciento de los empleos están en
el otro extremo, “donde se pierde productividad a la misma tasa anual” es decir
del orden del 6 por ciento cada año, y “donde el trabajador produce la mitad,
menos de 7 mil dólares”. Por lo que sentenció que “las disparidades regionales
son igualmente enormes, con cuatro estados que concentran la mitad del PIB”.
El presidente del CCE se refirió también a la eliminación
de la zona “B” para quedar sólo con la “A”, pero advirtió que una medida como
esta resulta prematura por lo que se pronunció por analizarla a fondo, e
insistió en incrementar la productividad, al igual que se deben generar más
fuentes de trabajo de calidad y formales.
Esto con la finalidad de que los salarios de todos los
trabajadores y de todos los sectores productivos, “salgan favorecidos en la
relación oferta-demanda, pero sobre bases reales, más que legales”.
Gerardo Gutiérrez Candiani afirmó que no deben tomarse
decisiones a la ligera, porque hay muchos procesos involucrados, y una enorme
diversidad entre estos. Al recordar que el salario mínimo se utiliza como
referente en al menos 140 leyes y en más de 300 disposiciones legales, con
diversas ramificaciones prácticamente en todos los niveles de gobierno, por lo
que hay una gran complejidad para el análisis y la determinación de las
reformas que procedan.
Por lo que reconoció que precisamente desligar el salario
mínimo de todos estos conceptos tiene que ser el primer paso absolutamente
indispensable para cualquier cambio que haya que analizar y debatir no sólo por
la clase política, sino en la que deben intervenir empresarios y trabajadores,
recalcó el representante empresarial.
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