lunes, 5 de enero de 2015

La Canasta Básica al alza en 2015

Alfredo Neme Martínez, Presidente de la Asociación Mexicana para un Comercio Justo, advirtió que en 2015 el mercado interno se mantendrá deprimido propiciado porque desde hace 27 años, el ingreso de los hogares es bajo, las percepciones laborales han perdido poder adquisitivo en poco más del 70% en relación con el valor de la canasta alimentaria cuyo costo diario por persona en zona rural es de $29.86 y en zona urbana $42.43, mientras que el comercio de alimentos en mercados y centrales de abasto, se verá afectado.

Destacó el dirigente de la AMCJ, además los precios de alimentos se ven impactados por la devaluación del peso frente al dólar de 12.66%, durante el año pasado de acuerdo con el Banco de México, mientras que la inflación se ubicó en la primer quincena de diciembre de 201,  según el INEGI, en 4.19 por ciento.





Aclaró que la paridad pesos-dólar impacta a los alimentos pues el 50% de los alimentos que consumimos en el país son importados, además de que algunos productos manufacturados en el extranjero se comercializan en el mercado interno considerando la cotización de la moneda nacional con respecto a la divisa estadounidense.

Por si fuera poco, al inicio del año se dio un nuevo aumento al precio de las gasolinas y al diésel. Es decir, el litro de la gasolina magna costará 13.57 pesos, lo que representa un aumento de 0.26 centavos respecto al cierre de diciembre, precio que se mantendrá el resto del año, de la gasolina premium será de 0.27 centavos, con lo que pasará de 14.11 a 14.38 pesos, mientras que el costo del Diesel será de 0.26 centavos más, al pasar de 13.94 a 14.20 pesos.

Para Alfredo Neme Martínez, el aumento al salario mínimo de 4.2 por ciento para ubicarlo en un pago diario de 70.10 pesos para la zona más alta pues en nada contribuye para que las familias trabajadoras puedan acceder a la compra de la canasta alimentaria. 


En ese sentido, el Presidente de la Asociación Mexicana para un Comercio Justo, hizo un llamado a los consumidores, sobre todo a la clase trabajadora mexicana, que la canasta alimenticia en tianguis tiene un costo promedio de 179.85; en mercados públicos $190.28; en tanto que en supermercados $209.30.

Es decir, aseguró Alfredo Neme Martínez, en cadenas de autoservicio se ofrecen productos 16% más caros, con respecto a tianguis y 10% inferiores a los que se ofertan en mercados públicos.

El dirigente citó cifras del CONEVAL respecto a costo y productos que incluye la canasta alimentaria rural la cual se ubica en $895.84 mensual por persona e incluye maíz, trigo, arroz, carne de res y ternera, huevos, aceite, leguminosas, frutas entre otros. Mientras que la canasta alimentaria urbana tiene un costo mensual por persona de $1,272.91.

En tanto la canasta alimentaria y no alimentaria se ubica, la rural, en  $1,666.66 y la urbana en $2,616.77. En esta se incluye transporte, limpieza, educación, vivienda, vestido y salud, entre otros productos y servicios.

En opinión de Alfredo Neme Martínez, uno de los retardadores  del progreso en la economía popular fue la aplicación de la reforma fiscal, disminuyeron intencionalmente el ingreso neto del trabajador cuando al quitar efectivo vía impuestos también quitan capacidad de consumo y de ahorro.

Igualmente los impuestos que se pagan ni siquiera en servicios de salud los redime el Gobierno Federal, un ejemplo de ello es que las cadenas de farmacias similares tienen ya casi 7 millones de clientes registrados cobrando de $15.00 a $25.00 pesos la consulta, pues a los consumidores les es más conveniente que el pago de 2 mil pesos bimestrales de seguro social.

Otro ejemplo, señaló, son el uso de las tarjetas de crédito cuyo nivel de cartera vencida creció 8,5 veces en los últimos 7 años, lo que obligará a más de 6 millones de usuarios a destinar más de 90 mil millones de pesos de sus ingresos para cubrir esos pagos con intereses que pasan del 50.0% anual.

Ante tal panorama para 2015, Alfredo Neme Martínez, es urgente la necesidad de fortalecer a las clases populares pues son el motor del mercado interno el cual se debilita cada vez más.

“El problema es si los políticos y gobernantes podrán conducir al país por el mismo camino que la clase trabajadora lo cual es difícil porque tomar un sendero de trabajo, ahorro y productividad les costaría popularidad, votos y dinero”, opinó.

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