miércoles, 10 de junio de 2015

Domésticas invisibles para EU y OIT

Fuente: Norma Patiño 

En Estados Unidos, las trabajadoras domésticas indocumentadas son “invisibles” y viven en condiciones infrahumanas además de enfrentar bajos sueldos y estar amenazadas de ser denunciadas ante autoridades de migración, advirtieron legisladores de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados.

Para conocer más esta realidad, señalaron, es necesario que el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, incluya en sus censos preguntas para conocer si familias mexicanas tienen algún integrante doméstico femenino en el vecino país.

La presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, Amalia Dolores García Medina, afirmó que las mujeres indocumentadas que laboran como empleadas domésticas en Estados Unidos han sido invisibles para los gobiernos y organizaciones del trabajo, además, de que en muchas ocasiones trabajan en condiciones infrahumanas y con bajos sueldos.

“Es un trabajo esclavo en muchas ocasiones y están bajo la amenaza de que si ella y él -aunque los hombres son minoría en ese trabajo- pretenden hacer valer sus derechos, entonces los van a denunciar a migración para que sean deportados”, explicó.

En entrevista, la legisladora del PRD, aseguró que la condición de estar indocumentadas es tomada como pretexto por los empleadores para violentar todos sus derechos laborales consagrados en distintos instrumentos internacionales.

“EU no ha signado convenciones e instrumentos internacionales fundamentales, como el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias; entonces, no se siente obligado el propio gobierno norteamericano, ya no hablemos de los particulares, a respetar los derechos laborales de los y las trabajadoras”, añadió.

Por lo anterior se pronunció a favor de las acciones ejecutivas impulsadas por el presidente Barack Obama para que los padres y madres indocumentados de niños hijos nacidos en Estados Unidos puedan “salir de las sombras” y exijan sus derechos laborales. 

“No se les respeta jornadas de trabajo, vacaciones, su derecho a la seguridad social ni a un salario digno; trabajan incluso fines de semana”, enfatizó la legisladora federal.

Descartó la posibilidad de que empresas o empleadores busquen que se otorguen permisos de trabajo a migrantes ya que, explicó, resultaría más accesible supervisar o vigilar las condiciones bajo las que laboran, especialmente en el caso de las trabajadoras del hogar.

Sugirió que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía  incluya en los censos que realiza a las familias mexicanas, la pregunta sobre si alguno de sus integrantes labora fuera del país y en qué situación migratoria se encuentra.

“Preguntarles en EU es muy difícil, pero preguntar desde aquí a las propias familias que saben qué hace cada uno de sus familiares que están allá, sería el mejor mecanismo”, aseguró.

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