Fuente: Notimex
El Consejo Coordinador Empresarial afirmó que la mejor forma de blindar la economía mexicana es con base en el crecimiento de la inversión y la productividad, apoyadas en el Estado de derecho, temas en los que aún hay mucho por hacer.
En su mensaje semanal, el presidente CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo que los escenarios a escala internacional y nacional no son los más propicios, pero con prudencia y decisión se podrá proteger al país.
Por ejemplo, comentó, más allá de los acuerdos que se puedan lograr en el seno de la Unión Europea respecto a la deuda de Grecia, o de la falta de acuerdos, la crisis es profunda y no va a solucionarse a corto plazo.
Explicó que lo que puede darse por descontado es que persistirá la volatilidad en los mercados financieros. “Más aún, porque hay otros frentes de incertidumbre y de presión abiertos, igual o más decisivos que la situación en Grecia en el panorama económico global”.
Gutiérrez Candiani refirió que tal es el caso de la anticipada alza en las tasas de interés en Estados Unidos, así como los problemas en China, con su crack bursátil, la continua desaceleración de su crecimiento y sus enormes burbujas de inversión.
Respecto a Grecia, argumentó que en México no sólo se debe poner atención a lo que pase en lo sucesivo, sino mirar hacia atrás, y atender las lecciones de cómo se llegó a esa situación.
Subrayó que si bien el país está lejos de una situación como la que vive Grecia, es necesario cuidar y remediar los puntos débiles, para apuntalar el blindaje de la estabilidad macroeconómica que tantas décadas costó recuperar.
El dirigente del organismo empresarial indicó que como Grecia, México también tiene el reto de hacer reformas de gran calado en el sistema de seguridad social y de pensiones que estén a la altura de las necesidades de la población y sean financieramente viables, y no pongan en riesgo la salud económica en el largo plazo.
Aseveró que otro foco de atención es el de las finanzas públicas a nivel sub-nacional, es decir, en los estados y municipios, puesto que la deuda conjunta de las entidades federativas superan los 510 mil millones de pesos, con un crecimiento exponencial en las últimas décadas.
Anotó que si se considera que una parte fundamental de los ingresos de los estados proviene de participaciones federales, y que éstas sustentan la capacidad de deuda de los mismos como garantía de pago, llama la atención por ejemplo casos como los de Coahuila y Veracruz.
En el caso de Coahuila, la deuda supera en más de 250 por ciento a sus participaciones federales, y en Veracruz, hay indicios de que tiene una deuda muy significativa a proveedores, la cual aún no está documentada debidamente, concluyó.
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