Fuente: Redacción
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, respaldó los cambios al Sistema Tributario Internacional acordados el pasado 8 de octubre en la reunión de ministros de finanzas del G20, con los cuales se pretende poner fin a la elusión fiscal por parte de las empresas multinacionales.
Cabe destacar que con las reformas se busca erosionar la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS), el cual ofrece soluciones a los distintos Estados para limitar las lagunas normativas existentes a nivel internacional que permiten que los beneficios de las empresas desaparezcan o sean trasladados artificialmente hacia jurisdicciones de baja o nula tributación, en las que se desarrolla una actividad escasa o inexistente.
En este sentido, el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, destacó que “la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios están detrayendo de nuestras economías los recursos necesarios para reactivar el crecimiento, atajar los efectos de la crisis económica mundial y crear mejores oportunidades para todos”.
Señaló que el G20 ha reconocido que la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios está menoscabando también la confianza de los ciudadanos en la equidad de los sistemas fiscales de todo el mundo, lo cual ha sido la razón por la que se solicitó preparar las modificaciones de la normativa fiscal internacional más importantes de casi un siglo.
Ángel Gurría reiteró que el objetivo es poner en práctica las medidas de este plan, de forma que las estructuras de planificación fiscal inspiradas en BEPS resulten ineficaces y se cree un entorno más favorable tanto para las empresas como para los ciudadanos.
Mencionó que los ingresos perdidos por la utilización de sistemas BEPS se estiman, de forma conservadora, entre 100 mil 000 y 240 mil 000 millones de dólares anuales, es decir en torno a un 4 y 10 por ciento de la recaudación global de impuestos sobre sociedades.
Dado que los países en vías de desarrollo dependen más, en porcentaje de la recaudación fiscal, de los ingresos procedentes de este impuesto, se estima que en dichos países el impacto de BEPS es especialmente elevado.
Finalmente, el Secretario General de la OCDE, añadió que “todo el mundo tiene interés en contrarrestar la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios y que el proyecto BEPS ha demostrado que todas las partes interesadas pueden aunar esfuerzos para el cambio, por lo que la rápida implementación por parte de los gobiernos asegurará un entorno fiscal internacional con mayor certeza y sostenibilidad para el beneficio de todos, no de unos pocos”.
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