jueves, 17 de diciembre de 2015

“Entre paja y heno”, la tradición de los nacimientos

Fuente: Redacción 

“Mírenlo, mírenlo,
¡Qué hermoso nace!
¡Tóquenle, tóquenle;
Cántele, cántele!
Villancico, Sor Juana Inés de la Cruz

Un nuevo ciclo navideño llega y con él las vacaciones, la preparación de la cena y la compra de regalos que habrán de intercambiarse, será lo cotidiano en varias familias del mundo y, claro, en las mexicanas. Pero con la navidad también las manifestaciones populares, vueltas tradiciones, renovarán, de nueva cuenta, este ciclo festivo.

Una de esas manifestaciones es la colocación de nacimientos (también llamados “belenes”) en muchos hogares, con la función de traer a la memoria el natalicio de Jesucristo, mediante diversas figurillas, de diferentes materiales que representan a los personajes de ese nacimiento: el niño Jesús; María, su madre; José, su padre; los Reyes Magos; pastores y los animales que se cree estuvieron en este nacimiento.

Un nacimiento para la historia

El origen de los llamados “nacimientos” data del siglo XIII, precisamente de la era cristiana, cuando en el año 1223 San Francisco de Asís, fundador de la orden de los Franciscanos, instauró esta tradición con motivos evangelizadores, en donde hizo la representación de la sagrada familia con personas y animales. A partir de ahí, la fe cristiana reproduciría este hecho a veces en vivo, pero las más, con figurillas, principalmente con materiales que se pueden moldear.

En México, la tradición de los nacimientos llegó tras la conquista española y la consecuente evangelización, en la que intervinieron, por supuesto, la orden de los frailes franciscanos.

Y, de acuerdo con la investigadora Sonia C. Iglesias y Cabrera, a mediados del siglo XVI, en el poblado de Tlajomulco, Jalisco, los padres franciscanos realizaban la representación de la navidad en vivo; en donde aparecían la Virgen María, San José, el Niño Dios, el buey y la mula clásicos, además del ángel, los Reyes Magos y los pastores, personajes que no pueden faltar en la representación del nacimiento.

Entre paja y heno

Con la intención de dar a conocer la diversidad creativa de los artesanos mexicanos y extranjeros, el Museo Nacional de Culturas Populares presenta la exposición “Entre paja y heno. Nacimientos de México y el mundo”, en la cual se exhiben más de 120 nacimientos que provienen de 16 estados de la república y 22 países, pertenecientes a la colección particular del matrimonio de Connie y Enrique García, además del gran nacimiento que forma parte del acervo de este museo.

La pareja de coleccionistas comentó para México Nueva Era que esta recopilación la iniciaron, sin darse cuenta, hace 31 años cuando pasaron su primera navidad juntos, y, a partir de ahí, comenzaron a adquirir las piezas en sus diferentes viajes, lo que derivó en una pasión por el arte popular tanto nacional como extranjero.

“Es una pasión por mostrar el arte popular mexicano, y a su vez de otros países, porque nos encontramos con cosas muy similares en culturas totalmente distintas y disímbolas a la nuestra, en donde el tema del arte popular está tan arraigado a las costumbres y tan vinculado a la costumbre religiosa del nacimiento que nos dio mucho gusto que nuestro peregrinar de todos estos años hayamos podido compilar esta serie de piezas”, indicó Enrique García.

Estos nacimientos sin duda representan a cada región y a cada artesano que lo elabora, pues, aunque el tema es el mismo, la manera en que se representan difieren y es reflejo de cómo viven su cultura.

“Sin embargo es muy importante ver que cada, región, poblado, país tiene cosas de cada uno de ellos, donde se expresan según las costumbre del lugar, por ejemplo, en lugar de que haya un buey, hay un cochinito, como es el caso de Mérida”, señaló Connie, propietaria de la colección.

En cuanto a los materiales, Enrique García dijo que “hay una explosión tan diversa como el mismo número de nacimientos; encontramos cosas tan exóticas como un huevo de pato labrado, cáscaras de plátano recicladas y utilizadas, un bolillo, fibras textiles muy regionales, maderas talladas, cerámicas, en fin”.

También destacan piezas elaboradas en barro, yeso o pasta, palma, hoja de maíz o cartón, así como hojalata, paja de trigo, hueso y alambre, lo que demuestra las infinitas posibilidades creativas de los artesanos y la riqueza cultural que tienen el país, de acuerdo con los coleccionistas.

Así, los visitantes podrán apreciar en esta muestra de nacimientos Jalisco, Michoacán, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Yucatán, Oaxaca, Estado de México, entre otros.

Los nacimientos extranjeros provienen, entre otros países, de Alemania, Argentina, Bolivia, Chile, España, Francia, Irlanda, Kenia, Ruisa y Zimbague, destacando el nacimiento matrushka, proveniente de Praga o el que proviene de la ciudad de Antigua, Guatemala, donde José y María son indígenas y los Reyes Magos llevan chivitos y frutas, en lugar de mirra e incienso, y dos llamas sustituyen a las mulas.

Finalmente, Enrique García comentó que está colección que hoy se comparte con el público tiene la intención de resaltar el trabajo de los artesanos mexicanos.

“Para nosotros lo más importante es mostrar la calidad de nuestros artesanos, el trabajo de ellos. Nosotros nos hemos dado a la tarea de conocer a cada uno de los artesanos que nos han fabricado piezas especiales en lo personal y encontramos un mundo mágico lleno de cosas tan diferentes a lo que cotidianamente vivimos, que te demuestra que la calidad no sólo está en el trabajo expresado, sino en la persona misma”.

La exposición “Entre paja y heno. Nacimientos de México y el mundo” estará abierta al público en general hasta el 7 de febrero de 2016 en la sala Guillermo Bonfil del Museo Nacional de Culturas Populares.

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