miércoles, 24 de agosto de 2016

Coparmex pide que Paquete Económico 2017 reactive economía



Para enfrentar este momento difícil para México, la COPARMEX propuso incorporar medidas urgentes de reactivación económica  como parte del Paquete Económico 2017 que el Ejecutivo Federal enviará al Congreso de la Unión el 8 de septiembre próximo.

El Gobierno ha hecho el compromiso de que no habrá nuevos impuestos y se mantendrán sin alza los actuales. En este marco de prudencia es importante mantener a toda costa la disciplina fiscal.
Sin embargo, en el actual contexto ello no va a ser suficiente. Es necesario además crear estímulos a la inversión productiva, como lo serían la deducción inmediata de inversiones en bienes nuevos de activo fijo.





Es recomendable también introducir estímulos fiscales que ayuden a dar mayor vigor a la economía, como lo serían la deducibilidad plena de las prestaciones laborales que además darían un incremento en la calidad de vida de nuestros  trabajadores.

Por otra parte, las medidas de simplificación fiscal para las pequeñas empresas serían muy importantes para que les sea más fácil y menos costoso cumplir con sus obligaciones  y mantenerse en la formalidad.   

También se requiere mayor esfuerzo y compromiso para eliminar el gasto público no esencial  y reducir la corrupción, dando señales claras de un México de instituciones sólidas, donde se cumplen las leyes sin excepción.

Hay que cuidar los niveles de endeudamiento, porque se ha observado un impacto muy importante en el servicio de la deuda del sector público, que junto con el deterioro del tipo de cambio ha hecho que este sea uno de los renglones más importantes y crecientes en el presupuesto del gobierno para cubrir el servicio de la propia deuda.

Incluso alguna calificadora ya lanzó advertencia sobre las presiones al poner en perspectiva negativa las notas de  deuda soberana de México para el largo plazo. Esto puede frenar el flujo de inversión extranjera para México.

Por otro lado, llamamos a los estados y los municipios a utilizar el presupuesto con austeridad, con responsabilidad, con eficiencia y con transparencia, como ya lo establece la Ley de Disciplina Financiera de las entidades, dado que estos han recibido mayores transferencias de lo programado, gracias a los mayores también incrementos tributarios en el ámbito federal. 

Este es el momento para actuar, para evitar un deterioro del dinamismo de la actividad económica de cara al 2017 y 2018; para ello se requiere una plena coordinación, unidad de visión entre el poder ejecutivo, el Congreso y los sectores productivos.

El sector empresarial indicó que las señales de que se frena el crecimiento de la economía son cada día más contundentes como lo deja ver el reporte del INEGI sobre el Producto Interno Bruto (PIB), con una disminución de -0.2 por ciento, en cifras ajustadas por estacionalidad, en el segundo trimestre de este año, en comparación con el primer trimestre del mismo periodo.

Esta es la primera contracción que se observa en el crecimiento económico, luego de 11 trimestres con crecimiento ininterrumpido. 

Esto se explica principalmente porque Abril de este año fue muy mal mes, una reducción de (-1.1%), y mayo y junio fueron meses con crecimiento muy bajo: 0.96% y de 0.56%, en términos anualizados respectivamente.

De las mayores contracciones resalta la caída de la  minería con una reducción de (-3.3%) y de sectores tan estratégicos como la construcción con una reducción de (-1.1%) en el mismo periodo de abril a junio de este año.

Partiendo del informe del INEGI, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público recortó el pronóstico de crecimiento para la economía nacional en este año, pasando a un rango de  2.0 a 2.6%, en comparación con el pronóstico previo, que era de  2.2% al 3.2 por ciento.
Son varios las causas externas e internas del freno en la actividad económica, pero son dos los factores que más han afectado nuestra economía. 

1) Por un lado, la contracción de las exportaciones, a causa de la debilidad de la producción industrial de los Estados Unidos. 

2) En segundo término, la menor plataforma de producción y exportación petrolera, a pesar del aumento que han experimentado los precios del petróleo.

Este es el momento por lo tanto de actuar para fortalecer nuestro mercado interno y evitar que la economía tenga mayores problemas en los meses subsecuentes. No podemos cruzarnos de brazos pasivamente, ni dejarnos conducir por la inercia. 

Urge tomar medidas inmediatas, porque hay señales de que nuestro mercado interno está perdiendo vigor y dinamismo y la  producción industrial de Estados Unidos tiene una expectativa negativa durante 2016 cercana a la reducción al (-0.9%). 

El consumo privado, que sigue creciendo, ya muestra un menor dinamismo al registrar ahora una evolución positiva de 2.4% en mayo, con respecto del mismo mes del año anterior.

Lo mismo pasa con la inversión, que debería estar creciendo al doble de lo que lo hace el PIB; sin embargo, en mayo presentó un descenso de -0.1%. En el rubro de maquinaria y equipo, por ejemplo el crecimiento fue de 0%, de acuerdo con los datos del INEGI.

Si a esto sumamos la fragilidad del Estado de Derecho y que en algunas zonas, como Oaxaca y Chiapas, se ha visto de mayor medida expuesto se pone en riesgo incluso la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas y el panorama por lo tanto no es muy alentador.  

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