jueves, 22 de junio de 2017

Aumento a mínimo divide a IP, sindicatos y STyPS

Fuente: Redacción 

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, (COPARMEX),  Gustavo de Hoyos Walther, dio un ultimátum al Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida,  para que  convoque a reunión inmediata a los integrantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y se fije un salario mínimo general de 92.72 pesos en el segundo semestre del año pues hay condiciones económicas para hacerlo.

Ante este ultimátum, el encargado de la política laboral del país, Alfonso Navarrete Prida quien estaba en evento paralelo con el Consejo Coordinador Empresarial, expresó que se debe  “dialogar sobre salario mínimo”.

A diferencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien secundó la propuesta de incremento salarial que presentó la Coparmex, los dirigentes sindicales, UNT, como Francisco Hernández Juárez y Agustín Rodríguez así como de la CTM y CT, Carlos Aceves del Olmo, no  han emitido opinión alguna.

Por su parte, en un acto masivo en el Monumento a la Revolución,  El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, (COPARMEX),  Gustavo de Hoyos Walther, aseguró que en México están dadas las condiciones económicas para que a partir del segundo semestre del año se incremente el salario mínimo general y este pase de 80.04 a 92.72 pesos.

El documento formal, dijo, se entregará al titular de la Secretaria del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, donde se solicita el aumento salarial general.

Dijo que dicho aumento debe ser de 92.72 pesos y debe entrar en vigor a la brevedad posible.

Dejó en claro que no se trata de un salario emergente, se trata de impulsar una nueva cultura salarial rumbo al 2030 donde la clase trabajadora del país pueda alcanzar un salario de 362.35 pesos.

Aclaró que mientras no se resuelva el problema de los salarios “más difícil será resolver el problema de la pobreza en México”.

Dijo que el aumento salarial del año en curso fue de 3.6 por ciento, lo que no ocasionó ningún efecto negativo, no hubo espiral inflacionaria, no aumentó la informalidad y sí mejoró la línea de bienestar como lo marca el Coneval.

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