Jonas Murillo González,
Director General de la Cámara Nacional de la
Industria Panificadora y Similares de
México, dio a conocer que la industria panificadora tiene previsiones
alarmantes ante la caída en el consumo de pan a consecuencia directa del Impuesto
Especial sobre Producción y Servicios que implica una carga del 8 por ciento al
valor total del pan de dulce.
En entrevista, detalló que
el consumo de pan en México de por sí ya es bajo pues se consumen al año 33
kilogramos por persona mientras que en Alemania consumen 110 kilos y en España
se consumen 88 kilos por persona al año.
Por ello, insistió, hablamos de que la Reforma Fiscal al
introducir un impuesto al pan de dulce afectó el consumo de manera severa ya
que en la panadería mexicana el 75 por ciento del pan que se vende, se ubica en
zonas deprimidas económicamente, “donde viven los cinco deciles más bajos de la
población, es decir, que viven con menos de cinco salarios mínimos”.
Lo anterior, aseguró, ha
impactado en una baja en las ventas de pan de dulce en el sector del 15 por
ciento en los más de 45 mil panificadoras que integran la Canainpa, situación que
está provocando el cierre de por lo menos el 5 por ciento de los negocios a
nivel nacional.
Jonas Murillo González,
precisó que el cierre de panaderías del 5 por ciento se ubica entre los 25 mil
negocios que son pequeños dentro del sector donde, tras la aplicación del IEPS,
comenzaron los despidos, la reducción de la planta productiva y hasta el
cierre.
El Director General de la
Canainpa, lamentó que este sector, generador de 500 mil empleos directos, se
esté viendo afectado por un impuesto de estas características pero más
lacerante es ver que “al que no tiene, literalmente quitarle el pan de la boca,
entonces esa es nuestra queja, nosotros no nos quejamos porque haya que pagar impuestos”.
Otra vertiente que ha generado este impuesto a
alimentos considerados con alto contenido calórico, añadió, es que “el
ambulantaje del pan” ha creación como
opción de empleo y alternativa de consumo a bajo precio.
“La informalidad en el
comercio del pan lo que detona es peores salarios, peor calidad de vida, mucho
más riesgo sanitarios, que en el fondo no cueste más aunque suena un poco
absurdo el comprar un pan muy barato te puede salir mucho más caro, porqué,
porque al final de ese pan nadie está pagando impuestos”, dijo.
Aseguró que tanto en la
Ciudad de México como en provincia, cuando hemos ido hablar del IEPS la
respuesta es: “mira es que eso a mí no me preocupa, yo no voy a pagar, voy a
bajar la cortina, no voy a cerrar, voy a abrir por detrás”.
Entonces, vemos que esta
situación daña a todos pues ha bajado el consumo ya que el promedio de la bolsa
de pan es entre 15 y 20 pesos, ese era el consumo habitual.
Los estudios en poder de
Canainpa, señalan que la población de menor recurso, esta población incluida
dentro de los cinco primeros deciles, consumen el 25 por ciento de todo su
ingreso en pan y tortilla dentro del 50 por ciento de lo destinan a
alimentación porque el resto se va a otros rubros que no sea estrictamente
alimentación.
Entonces estamos hablando
que el apartado nutricional de esa población sí se verá severamente afectado en
los próximos años y definitivamente estará afectando lo que es la industria,
concluyó.
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