Fuente: El Economista
México “se ha visto lento” para iniciar un proceso que
lleve a imponer cuotas compensatorias contra las importaciones de fructosa
estadounidense, un retraso que podría elevar los daños a la industria azucarera
mexicana por las restricciones que le fijo Estrados Unidos, coincidieron
analistas.
Mientras se prevé que los precios del azúcar comiencen a
desplomarse en México a finales de año, el proceso contra las importaciones de
fructosa implicaría un periodo de tiempo para examinar el caso por parte de la
Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI) de la Secretaría de
Economía.
Estados Unidos impuso en agosto cuotas compensatorias
preliminares de entre 2.99 y 17.01% a las importaciones de azúcar mexicana, por
supuestos subsidios distorsionantes de los precios, lo cual el gobierno
mexicano refutó y advirtió que la medida podría propiciar que México busque
aplicar cuotas similares a las importaciones de fructosa estadounidense.
Según los analistas consultados, Estados Unidos tiene la
ventaja de esperar varios años para contar con las condiciones que le
permitieran armar el caso contra México, mientras que éste tendrá que ser
reactivo.
México ya tiene dos intentos frustrados para restringir
las importaciones de fructosa estadounidense: uno al poner cuotas antidumping
que fueron rechazadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, y
otro al fijar impuestos a las bebidas endulzadas con fructosa, por lo cual tuvo
que pagar 169 millones de dólares a empresas estadounidenses.
Los pagos fueron resultado de paneles levantados en el
Centro Internacional de Resolución de Controversias (ICSID) del Banco Mundial,
y con ellos se indemnizó a cuatro empresas productoras de fructosa: Corn
Products (58.3 millones de dólares), Cargill (77.5 millones) y Archer Daniels
Midland y Tate & Lyle (33.5 millones).
“Todas las medidas contra la fructosa no han sido
exitosas en el pasado” dijo Hugo Perezcano, consultor de Iiuris, quien
consideró que levantar un tercer caso tendría ciertas complejidades.
Enrique Bojórquez, director general de Coprobamex, uno de
los mayores compradores de azúcar de México y proveedor de PepsiCo., cuestionó
que México no haya iniciado ya el caso contra la fructosa, independientemente de
que Estados Unidos y México busquen una solución negociada. “El gobierno de
México se mueve con demasiada tibieza, privilegia el diálogo, pero no actúa
(jurídicamente)”, dijo Bojórquez.
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