Fuente: Redacción
Como consecuencia de la depreciación del peso frente al dólar estadounidense, en México se observa una tendencia al alza en los precios, debido al tipo de cambio, advirtió la dirigencia de El Barzón Nacional, por lo que planteó la necesidad de dar un giro total a la Cruzada Nacional contra el Hambre, ya que no se ha podido contrarrestar la carestía de la canasta básica y cuando la devaluación de la moneda nacional repercute negativamente en este aspecto.
En un reporte elaborado por el Observatorio de Precios y Productos de esa organización a cargo de Alejandro Castillo Morales, se señaló que “la dependencia a la que han sometido a la economía mexicana, pone en riesgo la capacidad de compra de millones de mexicanos”.
Advirtió que durante el año pasado, mientras en los mercados internacionales se dejaba sentir una reducción en los precios de los alimentos, se observaba ya una tendencia al alza en los precios debido al tipo de cambio; al tiempo recalcó que “nos encontramos en las condiciones, donde existe una economía en la que no ganan ni los productores ni los consumidores, sólo los grandes empresarios y especuladores”.
Puso énfasis en el reporte del INEGI, ya que en 2014 los precios de los alimentos reportaron un aumento de 5.3 por ciento, lo que representó un incremento de más de un punto porcentual por arriba de la inflación general, que fue de 4.08 por ciento.
Pero lamentablemente la situación es más grave en el caso de los productos pecuarios, básicamente la carne, porque su índice de precios reportó un crecimiento de 14.1 por cientodurante el 2014, lo que significó un alza de más de 10 puntos porcentuales que el índice general, sostuvo El Barzón.
Asimismo, rechazó los señalamientos de Banco de México, porque si bien el efecto de esas variaciones en la paridad no es inmediato, no es cierto que el mercado interno sea “aséptico” a las fluctuaciones cambiarias. Además que “cada vez resulta más caro regresar los niveles cambiarios al nivel que tenían antes del proceso especulativo”, consideró la organización agraria.
De allí la importancia de promover la producción nacional y la distribución eficiente de alimentos con participación indiscutible de los pequeños productores y organizaciones de consumidores, para evitar “que la dependencia de productos importados, muchas veces comida chatarra, impacte en las condiciones de vida de la población, especialmente en el sector más vulnerable”.
Subrayó que las alzas de precios han proseguido su camino y ahora no sólo se observan precios elevados en la carne, sino que las presiones ya se dejan sentir en el huevo y la leche, “aparentemente afectada por el tipo de cambio”.
Denotó que de igual manera se observan tendencias similares en los precios del pan, pastas y tortillas,entre otros productos y a pesar de la caída de los precios de los granos básicos a nivel internacional y los grandes stocks mundiales alcanzados.
El Barzón apuntó que ya durante la segunda mitad del 2014 y a partir de la devaluación del peso, el precio del huevo creció 5.6 puntos porcentuales más que en la primera mitad de ese año. Algo parecido se observa en los precios de la leche pasteurizada y fresca, que aumentó 2.8 por ciento, respecto a un débil incremento registrado en el primer semestre del año pasado.
Finalmente El Barzón aseguró que con estas tendencias y números en los precios de algunos de los productos de la canasta básica, “queda demostrado el fracaso de la Cruzada Nacional contra el Hambre en el que la Sedesol no ha logrado generar herramientas para eliminar la dependencia de alimentos importados, y por el contrario, dependencias como Sagarpa y Economía, hacen un vacío mayor en el combate el hambre”.
En un reporte elaborado por el Observatorio de Precios y Productos de esa organización a cargo de Alejandro Castillo Morales, se señaló que “la dependencia a la que han sometido a la economía mexicana, pone en riesgo la capacidad de compra de millones de mexicanos”.
Advirtió que durante el año pasado, mientras en los mercados internacionales se dejaba sentir una reducción en los precios de los alimentos, se observaba ya una tendencia al alza en los precios debido al tipo de cambio; al tiempo recalcó que “nos encontramos en las condiciones, donde existe una economía en la que no ganan ni los productores ni los consumidores, sólo los grandes empresarios y especuladores”.
Puso énfasis en el reporte del INEGI, ya que en 2014 los precios de los alimentos reportaron un aumento de 5.3 por ciento, lo que representó un incremento de más de un punto porcentual por arriba de la inflación general, que fue de 4.08 por ciento.
Pero lamentablemente la situación es más grave en el caso de los productos pecuarios, básicamente la carne, porque su índice de precios reportó un crecimiento de 14.1 por cientodurante el 2014, lo que significó un alza de más de 10 puntos porcentuales que el índice general, sostuvo El Barzón.
Asimismo, rechazó los señalamientos de Banco de México, porque si bien el efecto de esas variaciones en la paridad no es inmediato, no es cierto que el mercado interno sea “aséptico” a las fluctuaciones cambiarias. Además que “cada vez resulta más caro regresar los niveles cambiarios al nivel que tenían antes del proceso especulativo”, consideró la organización agraria.
De allí la importancia de promover la producción nacional y la distribución eficiente de alimentos con participación indiscutible de los pequeños productores y organizaciones de consumidores, para evitar “que la dependencia de productos importados, muchas veces comida chatarra, impacte en las condiciones de vida de la población, especialmente en el sector más vulnerable”.
Subrayó que las alzas de precios han proseguido su camino y ahora no sólo se observan precios elevados en la carne, sino que las presiones ya se dejan sentir en el huevo y la leche, “aparentemente afectada por el tipo de cambio”.
Denotó que de igual manera se observan tendencias similares en los precios del pan, pastas y tortillas,entre otros productos y a pesar de la caída de los precios de los granos básicos a nivel internacional y los grandes stocks mundiales alcanzados.
El Barzón apuntó que ya durante la segunda mitad del 2014 y a partir de la devaluación del peso, el precio del huevo creció 5.6 puntos porcentuales más que en la primera mitad de ese año. Algo parecido se observa en los precios de la leche pasteurizada y fresca, que aumentó 2.8 por ciento, respecto a un débil incremento registrado en el primer semestre del año pasado.
Finalmente El Barzón aseguró que con estas tendencias y números en los precios de algunos de los productos de la canasta básica, “queda demostrado el fracaso de la Cruzada Nacional contra el Hambre en el que la Sedesol no ha logrado generar herramientas para eliminar la dependencia de alimentos importados, y por el contrario, dependencias como Sagarpa y Economía, hacen un vacío mayor en el combate el hambre”.
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