Fuente: Redacción
El alto costo que implica el entorno global hace insostenible la permanencia de las empresas mexicanas en el mercado, advirtió Juan Pablo Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana.
El dirigente patronal, explicó que en México las pequeñas y medianas empresas presentan una alta mortandad ya que 7 de cada 10 mueren antes de llegar a los cinco años y sólo una de cada 10 llega a los 20 años.
De ahí la importancia de instrumentar nuevas líneas de acción para revolucionar a las empresas mexicanas con el fin de que logren ser sostenibles en el tiempo.
Recordó que el 45.5 por ciento de los habitantes vive en pobreza y el 58 por ciento de la población ocupada labora en la informalidad siendo los grandes retos como nación, el acelerar el crecimiento de la economía y avanzar en la consolidación del Estado de Derecho.
En este sentido, el líder del sindicato patronal recordó que el 95 por ciento de las empresas son pequeñas y medianas, grandes generadoras de empleo; sin embargo la mayoría de ellas mantienen modelos de negocio tradicionales con menos de 10 empleados y no han dimensionado la urgencia del cambio.
De ahí su insistencia de actuar y en su aseguramiento futuro “si no lo hacemos, corremos el riesgo de quedarnos desactualizados y perder espacios en la competitividad global y oportunidades para las personas”, señaló.
Propuso cuatro líneas de acción para revolucionar el sector económico basado principalmente en el impulso a las pequeñas y medianas empresas con política pública orientada a adoptar la innovación continua que se traduzca en productos y servicios competitivos en el mercado global.
Generar proyectos de colaboración intersectorial con base en un modelo de cuádruple hélice donde la política pública, la empresa, la academia y la sociedad civil aporten para la construcción de un ecosistema nacional innovador y sostenible.
Al tiempo de propiciar condiciones para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas mediante el acceso al capital y al crédito, regulación sencilla y promotora de la competencia, la inversión de largo plazo y el empleo consecuente.
Finalmente se debe impulsar el desarrollo de habilidades y competencias de las personas a través de programas de vinculación escuela-empresa así como en espacios de colaboración entre las empresas, la academia y la investigación.
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