Fuente: La Jornada
Con respecto al mes anterior, aumentó 0.3 por ciento el número de personas ocupadas en esa actividad, hubo un decremento de 0.2 por ciento tanto en el número de horas trabajadas; mientras las remuneraciones medias reales pagadas, que incluyen sueldos, salarios y prestaciones sociales, sumaron 1.4 por ciento, recoge la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM).
De manera desagregada, los salarios pagados a obreros crecieron 1.9 por ciento, los sueldos pagados a empleados 0.6 por ciento y las prestaciones sociales lo hicieron en 0.3 por ciento a tasa mensual.
Por tipo de contratación, el número de empleados creció 0.5 por ciento y el de los obreros, que implican el trabajo manual en las empresas, 0.2 por ciento a tasa mensual.
En la comparación con respecto a diciembre de 2017, el personal ocupado creció 2.7 por ciento, las remuneraciones medias reales aumentaron 2.1 por ciento y las horas trabajadas fueron mayores en 0.5 por ciento. Sin embargo, hubo industrias que tuvieron durante 2018 un descalabro en todos los indicadores del trabajo y producción que mide el Inegi.
Es el caso de la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón que redujo en 10.3 por ciento el personal ocupado, lo mismo las horas trabajadas que restaron 11.2; así como las remuneraciones medias que cayeron 10.4; pero en particular hay una merma entre la capacidad de producción y lo que al final se genera, con una reducción de 14.5 por ciento.
La industria química también registró un revés en cuatro de los indicadores principales, de 0.9 por ciento para el número de personal, de 1.3 tanto para las horas trabajadas como para las remuneraciones medias, mientras se redujo 1.7 por ciento la producción con respecto a la capacidad de la industria.
En lo que hace a la industria de bebidas y tabaco, también cayó el número de personal ocupado (-0.9), las horas trabajadas (-3.6) y las remuneraciones medias (-2.7 por ciento).
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