Fuente: Expansión
La más reciente crisis de la OPEP amplía las restricciones de suministro impuestas por el líder del cártel. Arabia Saudita ha reducido la producción y las exportaciones a Estados Unidos en un intento por generar precios más altos y equilibrar su presupuesto.
A pesar de la producción récord de petróleo de Estados Unidos, los precios del petróleo estadounidense se han disparado 50% desde que cayeron a 42.53 dólares por barril en la víspera de Navidad. Y los precios de la gasolina están subiendo a medida que la economía estadounidense se enfrenta a una desaceleración.
“La narrativa del suministro de petróleo es alcista”, dijo Shin Kim, jefe de suministro y producción de S&P Global Platts. “El potencial de una escalada del conflicto en Libia ha renovado los riesgos significativos para la producción de petróleo”.
Los precios del petróleo estadounidense alcanzaron un máximo de cinco meses de 64.79 dólares por barril el martes por la mañana antes de retroceder.
“No me sorprendería que los precios del petróleo lleguen a los 70 dólares antes de mediados del verano”, dijo Ryan Fitzmaurice, estratega de energía de Rabobank.
El crudo Brent, el índice de referencia mundial, ya está por encima de los 71 dólares por barril por primera vez desde mediados de noviembre.
'Grave crisis de seguridad'
Los enfrentamientos en Libia en los últimos días aumentan el riesgo de que la producción de 1.3 millones de barriles diarios de petróleo del país devastado por la guerra se vean en peligro. El gobierno de Libia, respaldado por la ONU, dijo que repelió un ataque de los rebeldes durante el fin de semana después de perder brevemente el control del aeropuerto de Trípoli.
“El perenne niño problema de la OPEP” enfrenta una “grave crisis de seguridad”, escribió Helima Croft, directora mundial de estrategia de materias primas de RBC Capital Markets, en una nota a clientes.
El ejército de Estados Unidos retiró un contingente de tropas desde Libia durante el fin de semana, citando la situación de seguridad “cada vez más compleja e impredecible” de la nación.
La producción de petróleo de Libia se mantuvo rezagada durante años debido a una sangrienta guerra civil. Pero la producción ha vuelto a aumentar en los últimos meses.
El suministro real aún no se ha visto afectado, pero los operadores petroleros están siguiendo de cerca la situación.
"El mercado se pone aprensivo. Si Libia suspendiera la producción, los precios del petróleo podrían fácilmente dispararse entre 5 a 10 dólares desde los niveles actuales”, dijo Ben Cook, gerente de cartera de BP Capital Advisors.
Sanciones y apagones afectan a Venezuela
Aunque Libia sea el centro de la atención en este momento, la agitación en Venezuela ha sido un factor más importante de problemas de suministro reales.
Venezuela ha sido afectada por las sanciones del gobierno de Donald Trump a la petrolera estatal PDVSA. Estados Unidos importó cero barriles de crudo de Venezuela durante las últimas tres semanas de marzo, según las estadísticas del gobierno estadounidense. Es un fuerte declive de las importaciones semanales desde aproximadamente 600,000 barriles por día antes de que se anunciaran las sanciones a fines de enero.
Estados Unidos nunca ha pasado un mes completo sin importar petróleo de Venezuela desde que el gobierno comenzó a realizar un seguimiento de esta métrica en 1973.
La producción petrolera de Venezuela se vio aún más descarrilada por los apagones masivos en el país, que se han sumado a la crisis humanitaria de la nación.
Mientras tanto, los inversionistas petroleros están esperando que el gobierno de Trump dé pistas sobre si extenderá las exenciones que han permitido a los países seguir comprando petróleo de Irán. Las exenciones se anunciaron el verano pasado y contribuyeron a un exceso de oferta que hizo que los precios del crudo cayeran a un mercado bajista.
“Esas exenciones fueron impulsadas políticamente en gran medida”, dijo Cook, señalando las elecciones de mitad del periodo del otoño pasado. “No tenemos eso esta vez”.
La OPEP y sus aliados probablemente celebrarán cuando los líderes se reúnan en junio en Viena. Los recortes de producción del grupo elevaron con éxito los precios del petróleo en poco tiempo.
Arabia Saudita ha sido especialmente agresivo. El principal exportador mundial de petróleo ha recortado considerablemente los envíos a Estados Unidos como una forma de demostrar su compromiso por equilibrar el mercado.
¿Qué pasa con el auge del petróleo de esquisto de Estados Unidos?
Otro motor de los mayores precios del petróleo: las apuestas alcistas hechas por los fondos de cobertura y otros actores financieros.
Después de ser bajistas con respecto al petróleo el año pasado, estos operadores que siguen las tendencias han tomado posiciones largas de crudo en los últimos meses. Esas posiciones especulativas pueden exagerar los vaivenes de los precios.
“Ha sido bastante dramático”, dijo Fitzmaurice de Rabobank. “A medida que los precios han subido, todo este dinero ha regresado al mercado. Eso definitivamente ha mantenido una oferta bajo los precios.
La parte más sorprendente del rebote del petróleo es que se produce ante una producción estelar de Estados Unidos.
Estados Unidos bombeó un récord de 10.96 millones de barriles por crudo al día en 2018, un 17% más que el año anterior, de acuerdo con la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés). Esa tendencia se aceleró en diciembre cuando la producción estadounidense Unidos Alcanzó un récord mensual de 11.96 millones de barriles por día.
Tampoco se prevé que termine el explosivo crecimiento de Estados Unidos. Elevado por el auge del petróleo de esquisto, la EIA espera que la producción estadounidense promedie 12.3 millones en 2019 y 13 millones en 2020.
¿Cómo responderá Trump?
Es posible que el aumento del precio del petróleo aliente al presidente Donald Trump a renovar sus críticas a la OPEP. Ataques anteriores han provocado reducciones a corto plazo en los precios del petróleo.
El gobierno de Trump también podría liberar barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo, la reserva de petróleo de emergencia de la nación.
Pero Fitzmaurice duda que tal medida pueda proporcionar un alivio duradero.
“Espero que aguarden hasta la temporada pico de conducción antes de usar las balas que tienen”, dijo.
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