Fuente: AFP
Durante ese periodo, las ventas al exterior sumaron 38 mil 486 millones de dólares, impulsados por un aumento anualizado de 3.7 por ciento en las exportaciones manufactureras, que alcanzaron 36 mil 577 millones de dólares.
En contraste, las exportaciones del sector petrolero retrocedieron 29.1 por ciento.
Por su parte, las importaciones de México registraron un descenso de 5.9 por ciento en el mismo periodo, para totalizar 39 mil 655 millones de dólares debido a descensos en todos sus rubros.
En particular, las importaciones de bienes de consumo bajaron 11.9 por ciento, mientras que las de bienes intermedios -utilizados para la fabricación de otros productos- disminuyeron 3.7 por ciento.
Con esas cifras, la balanza comercial mexicana registró un superávit de 775 millones de dólares en agosto.
México, que dirige cerca de 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, se ha convertido este año en el mayor socio comercial de su gigante vecino, debido en gran parte a la guerra comercial que el presidente Donald Trump mantiene con China, que antes tenía el primer lugar.
El conflicto ha beneficiado a la balanza comercial mexicana, que en el segundo trimestre del año registró el superávit más alto de la historia, de 5 mil 143 millones de dólares.
Sin embargo, la economía también ha padecido de incertidumbre alimentada por las repetidas amenazas de Trump de imponer aranceles a productos fabricados en México.
La economía mexicana, la segunda más grande de América Latina después de la brasileña, registró nulo crecimiento en el segundo trimestre del año y se contrajo 0.6 por ciento a tasa anual en julio, la mayor contracción desde 2009, según el Inegi.
Los especialistas que consulta mensualmente el banco central esperan que la economía crezca solo 0.5 por ciento en 2019.
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