Fuente: El Financiero
En 2020, la inversión turística total en México registrará una baja de aproximadamente 69 por ciento en comparación con lo que en promedio se ejercía anualmente.
De los 6 mil 400 millones de dólares que se invertían anualmente en la llamada industria ‘sin chimeneas’ ahora se prevé solamente inyectar cerca de 2 mil millones de pesos en hoteles, infraestructura aeroportuaria, restaurantes y otros servicios ligados al turismo, de acuerdo con Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
“La inversión de 2 mil millones de dólares es un estimado, pero se ve por debajo de lo normal para un año”, afirmó en entrevista con El Financiero.
Durante los últimos dos sexenios, de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, los turisteros invirtieron en hasta cuatro veces más de lo presupuestado para el 2020.
La baja en el ‘apetito’ por la inversión en este sector, que aporta el 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto al país, se debe al enfriamiento de la actividad turística, motivada por un menor crecimiento en la llegada de turistas extranjeros, particularmente del mercado estadounidense.
Las aerolíneas estadounidenses transportaron entre enero y noviembre del año anterior a 3.2 por ciento menos de pasajeros del principal país emisor de turistas, la Unión Americana hacia México.
Para este año, la ‘industria sin chimeneas’ estima que el sector continúe con ‘altibajos’, y pronostican un crecimiento de 5.5 por ciento en el número de turistas que llegan al país.
En ese sentido, el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (CITOTUR), dirigido por Francisco Madrid, prevé que a México arriben 47.2 millones de viajeros, un alza de apenas 5.5 por ciento, una desaceleración con respecto al año anterior, en donde el turismo creció alrededor del 8 por ciento.
“Vemos un crecimiento del 5.5 por ciento, por abajo del 8 por ciento de este año, pero crecimiento al fin. Este es un dato parecido al que la Organización Mundial del Turismo publicó hace un par de décadas sobre el nivel que México iba a alcanzar en 2020”, detalló Madrid.
Sin embargo, para los viajeros de internación –que representan 8 de cada 10 pesos de las divisas turísticas– el crecimiento será del 3 por ciento.
En 2019, la industria turística nacional experimentó la ‘tormenta’ perfecta: una contingencia ambiental en el Caribe por el sargazo, la percepción de inseguridad que aumentó con el asesinato de los miembros de la familia LeBarón, así como los enfrentamientos en Sinaloa.
Estos retos, en opinión de Braulio Arsuaga, presidente de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles (ANCH) se mantendrán como los obstáculos a vencer para buscar un mayor crecimiento en número de turistas, pero también en la derrama económica de los visitantes extranjeros al país.
“Nosotros como cadenas y como industria, no podemos quitar el acelerador y disminuimos la base de la industria, lo que es un hecho que entran muchas habitaciones que están atrás y que en 2019 registraron una afectación”, refirió Arsuaga.
Pese a ello, el presidente de la ANCH indicó que las cadenas hoteleras que representa aún no cuentan con un plan de inversión de cara a este año, pero indicó que la construcción de hoteles planeados con antelación continuará su realización.
La visión de los empresarios y académicos del turismo contrasta con las metas del secretario de Turismo, Miguel Torruco, quien busca elevar a México en el ranking de países con mayor derrama económica.
“El reto es elevar al país en por lo menos dos posiciones”, aseguró Torruco. Según el reporte de Turismo Internacional de la Organización Mundial de Turismo (OMT), México se encuentra en la décima séptima posición en cuanto a derrama económica, que el año anterior cerró con 24 mil 800 millones de dólares.
En opinión de Francisco Madrid, el gobierno debería poner especial empeño en la industria turística, la cual aporta al PIB más que el sector de la construcción y registra en la balanza de pagos un saldo positivo por 14 mil millones de pesos.
“El turismo no está en la agenda nacional. Se piensa que el turismo sucede por una suerte de generación espontánea. No es así”, refirió Francisco Madrid.
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