Fuente: El Financiero
La crisis económica a causa del COVID-19 “enfermó” el ingreso de los mexicanos, lo que derivó en que la pobreza laboral alcanzara a más de la mitad de la población durante los meses de abril y mayo de 2020, reveló este lunes en un nuevo reporte el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
A partir de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), el consejo estimó que el porcentaje de personas pobres por ingresos alcanzó al 53.1 por ciento de la población en abril, mientras que, en mayo, la proporción subió a 54.9 por ciento, lo que se atribuye a la afectación de los ingresos por la pérdida de empleos y la caída en la actividad económica en esos meses.
Coneval suspendió la publicación del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) hasta que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) vuelva a generar la ENOE, sin embargo, el consejo retomó la información de la ETOE para generar un diagnóstico de la pobreza laboral que, si bien no es “estrictamente comparable con el ITLP”, ofrece información oportuna para entender el contexto laboral al que se están enfrentando los mexicanos.
Una vez expuestas las consideraciones de Coneval y solo con el fin de dar un panorama del entorno laboral, la proporción de mexicanos en pobreza laboral observada en mayo implicaría un aumento de 19.2 puntos porcentuales respecto del primer trimestre de 2020, cuando el ITLP indicó que los pobres por ingresos se ubicaron en 35.7 por ciento.
Si las alzas en el porcentaje de la población en pobreza laboral se confirman cuando se retome la ENOE y el ITLP, se confirmaría que el COVID-19 habría frenado el avance logrado en la reducción de pobres por ingresos en más de una década, esto porque en el primer trimestre del 2020, la antesala de la pandemia en México, la pobreza laboral registró su nivel previo a la recesión de 2009.
En más, Coneval indicó que el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria promedio ponderado del valor rural y urbano alcanzó a más de la mitad de los mexicanos en buena medida porque el ingreso laboral per cápita con la ETOE se redujo 6.2 por ciento, al pasar de mil 516.93 pesos en abril a mil 422.24 en mayo.
Ligado a lo anterior, el organismo apuntó que la pandemia del COVID-19 provocó tanto la disminución en el número de ocupados como del ingreso laboral, lo cual afectó negativamente la masa salarial, ya que para mayo se estima que la masa salarial con la ETOE fue de 176,596.55 millones de pesos en abril y bajó a 163,219.68 millones de pesos en mayo, lo que representó una caída mensual de 7.6 por ciento.
El Consejo dirigido por José Nabor Cruz subrayó que previo a la contingencia sanitaria, el aumento del ingreso laboral había propiciado una tendencia positiva en la masa salarial, cuyo punto máximo se alcanzó en el primer trimestre de 2020, al colocarse en 218,345.97 millones de pesos.
Focos de atención
Coneval subrayó que el mayor cambio porcentual de pérdida de empleos se observó en los grupos etarios de jóvenes y adultos mayores, ya que entre el primer trimestre y mayo 2020, el grupo de 15 a 29 años perdió aproximadamente el 25 por ciento de los empleos, el grupo de 30 a 64 años perdió el 18.9 por ciento y el grupo de 65 y más perdió el 30.2 por ciento.
Asimismo, resaltó que, en mayo, aproximadamente 43 por ciento de los ocupados tuvo acceso a servicios de salud, mientras que 57 por ciento reportó no tener acceso.
“Esto nos indica que más de la mitad de la población ocupada no cuenta con acceso a servicio médico como prestación laboral y en caso de no recibir atención en una institución pública tendrían que hacer uso de su ingreso o ahorro para cubrir los gastos derivados de alguna enfermedad”, enfatizó.
El consejo matizó que las medidas implementadas por el Gobierno deben responder oportunamente ante las necesidades de los mexicanos, particularmente aquellos que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, ya que la actual crisis podría provocar el crecimiento del mercado laboral predominantemente informal, incluso mayor al que existía previo a la crisis.
“Coneval sugiere la adopción de medidas, entre las que figura la creación de un seguro de desempleo contributivo, la renta básica ciudadana o un piso mínimo solidario. Los instrumentos de apoyo podrían proveerse a lo largo del periodo de la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria, buscando alcanzar una cobertura amplia de los trabajadores afectados”, recomendó.
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