José
Yuste
Fuente
Etcétera
El proyecto Dragon Mart,
recién aprobado en Quintana Roo por el Tribunal Superior de Justicia, despertó
pasiones inusitadas entre los industriales. La Canacintra, que reúne a la
mayoría de la industria manufacturera, así como su confederación, la Concamin (Confederación
de Cámaras Industriales), que reúne a todas las ramas del país, están
totalmente en contra del proyecto que traería ya no a los intermediarios de los
productos asiáticos, sino a los mismos productores chinos que tendrían permiso
para vender sus mercancías dentro del país.
Canacintra
pide transparencia a secretarías
Canacintra, presidida por
Rodrigo Alpízar, ve un problema serio con Dragon Mart. Incluso el consejo
directivo le solicitó a Alpízar alertar a las autoridades del riesgo de
permitir un proyecto que diera “carta blanca” a los productores chinos para
vender de manera desleal: con contrabando para no pagar aranceles, con
subsidios de su gobierno para desplazar a productores formales mexicanos, con
mercancía que pudiera ser falsa para vender más barato respecto a quienes sí
venden productos originales.
La Canacintra va a manejar
esta semana un comunicado enérgico en contra de Dragon Mart, y va más allá:
está solicitando a las secretarías de Estado involucradas en el posible permiso
federal del proyecto, que le puedan informar sobre los temas críticos:
ambientales, aduanales, comerciales, de respeto a la propiedad intelectual.
Concamin: sube tema a la
Conago
En esta ocasión la
Canacintra va junto con su confederación, con la Concamin.
Francisco Funtanet,
presidente de Concamin, ha calificado a Dragon Mart de una aberración de
proyecto. Ha recordado que un juez local otorgó una orden para que el
Ayuntamiento (habla de Benito Juárez, en Cancún) le diera la licencia de
construcción.
Concamin pide a la Conago,
la Conferencia Nacional de Gobernadores, tratar este tema por considerar que
Dragon Mart puede ser la cabeza de playa de la introducción de productos de
dudosa procedencia y pésima calidad, perjudicando a los inversionistas
nacionales.
La Concamin, que tiene una
representación de 85% de las exportaciones no petroleras del país; 75% de la
inversión directa y, como tal, considera a Dragon Mart un proyecto donde sólo
se benefician unos cuantos y se perjudica a toda la industria nacional.
Ildefonso, todavía nada
El secretario de Economía,
Ildefonso Guajardo, todavía no tiene el proyecto en sus manos, ya que no le han
pedido el permiso federal.
Guajardo ha dejado en claro
que evaluará pros y contras.
En efecto, el gran error
sería vernos de manera proteccionista a favor de la industria mexicana para que
no compita. Pero igualmente de grave sería aprobar un proyecto que, de verdad,
traiga una competencia desleal y que de manera tramposa desplace los
productores mexicanos.
No fue tema en visita de Xi
Jinping
En la visita del presidente
chino a México, Xi Jinping, no se trató el proyecto Dragon Mart. No fue tema de
la visita.
Sólo que sí está en la
perspectiva el enorme déficit comercial que tenemos con China, ya que nos
exportan 55 mil millones de dólares y sólo les exportamos cinco mil millones de
dólares.
La industria nacional ya
puso su postura sobre la mesa. Al grito de no pasará Dragon Mart, la Canacintra
y la Concamin están en pie de guerra por lo que consideran una competencia
china desleal, aunque el desarrollo para traer mercancía china (y que también
se encuentra en Dubái y Suecia) ya ganó su primera batalla al conseguir el
permiso para ubicarse a las afueras de Cancún.
Peña, la apuesta por las
reformas
Durante el mensaje de su
Primer Informe de Gobierno, el presidente Peña dejó en claro su apuesta
económica: las reformas estructurales. El escenario inicial, el de darle una
nueva cara estructural a la economía mediante las reformas laboral, de
telecomunicaciones, competencia, educativa, energética y hacendaria, sigue en
pie. El problema es que todas se han agolpado para el nuevo periodo ordinario
de sesiones del Congreso.
Peña, y con ello su equipo
cercano, Luis Videgaray (Hacienda) y Miguel Ángel Osorio Chong (Gobernación),
busca aprovechar el capital político del primer año de la administración para
sacar las reformas.
El problema será cómo
hacerlo con una izquierda a la cual no le convencen los siguientes cambios
estructurales, como lo vimos con la marcha de Cuauhtémoc Cárdenas del sábado
pasado.
Al gobierno peñista y al PRI
no le quedará otra más que aliarse de manera natural con el otro partido que sí
quiere las reformas, el PAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario