lunes, 24 de febrero de 2014

Mejorar prácticas internacionales y reducir monopolios: IP

Por Redacción
 
El Consejo Coordinador Empresarial, demandó celeridad, profesionalismo e inclusión para desahogar la abultada agenda en que se enmarca la iniciativa para reformar la Ley Federal de Competencia Económica.
 
A través de su video-mensaje semanal, Gerardo Gutiérrez, presidente del CCE refrendó la postura del sector privado a favor de la libre competencia, al considerarla condición esencial para el sano desarrollo económico así como en favor de los consumidores, del crecimiento y la multiplicación de las empresas.
 
Siempre y cuando, dicha regulación, apuntó, tome como referente las mejores prácticas internacionales sin menoscabo de la reforma constitucional y los derechos fundamentales; para lo cual, es necesario establecer reglas claras, con un marco legal y regulatorio que promueva la transparencia, el equilibrio procesal, la equidad, la participación responsable y eficiente del órgano regulador.


 
En suma, advirtió, la iniciativa “debe desincentivar y atacar las acciones anticompetitivas y monopólicas probadas; no castigar por el tamaño de agentes económicos o la estructura de un mercado”.
 
“Apoyamos plenamente la implementación de todas aquellas medidas que contribuyan a un mejor funcionamiento de los mercados, al que siempre puedan incorporarse participantes que aporten capital nuevo, innovación y renovados procesos de negocio, productos y servicios”.
 
Reiteró que  de incrementarse las facultades del Ejecutivo Federal para crear nuevas condiciones de competencia a través de decretos o de instruir al regulador, la autonomía de la COFECE se pone en riesgo.
 
De ahí que les preocupe, como sector, la ausencia de límites en las facultades de este organismo regulatorio en el funcionamiento de los mercados así como el margen para la discrecionalidad en procedimientos que determinan situaciones como "poder sustancial" o "dominancia"; lo que contravienen al espíritu del libre mercado.
 
Sostuvo que la procuración de un entorno sano de competencia y la certidumbre legal que requiere la inversión y el desarrollo económico, no tienen por qué ser objetivos excluyentes.
Por otra parte, el dirigente empresarial habló sobre el riesgo que representa el rezago en la aprobación de la legislación secundaria entorno a las reformas estructurales aprobadas en 2013.
 
No obstante, indicó que la inmediatez no planeada puede llevar a “disposiciones o redacciones contrarias a los principios y objetivos de los cambios constitucionales que deriven en obstáculos para su realización o que den pie a efectos contraproducentes”.
 

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