Por Redacción
Gerardo Gutiérrez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, reitero que es tiempo de que México trabaje y dejar a un lado su crecimiento inercial, “no vamos a poder crecer a tasas anuales de 5 por ciento más, si la inversión no crece al 7 por ciento por año en promedio”.
Para lograrlo, se requiere dijo de un repunte sustantivo de la inversión nacional, pública y privada, y de la extranjera; de ahí que el empresariado nacional construye puentes con sus contrapartes en el exterior para aprovechar el potencial y las ventajas competitivas, en especial con Estado Unidos, su principal socio comercial.
“Ha tomado forma una agenda binacional robusta, para la cual hemos definido siete ejes prioritarios: cooperación regulatoria, facilitación comercial, infraestructura fronteriza, de transporte y comunicaciones, desarrollo de capital humano y energía”.
El propósito de los empresarios mexicanos va encaminado a promover políticas públicas conjuntas y coordinadas para tener ciudades fronterizas mejor conectadas y con un desarrollo económico y social más digno e inteligente.
Se busca, indicó el dirigente del CCE, la conformación de una alianza más fuerte que el Tratado de Libre Comercio, enfocada en un mercado energético unificado, que incluya generación, distribución y transmisión transfronteriza, que apuntale la competitividad manufacturera regional e impulsando una mejor reglamentación para un movimiento justo, legal y eficiente de las personas entre los dos países.
Dichas acciones, permitirán un flujo creciente de inversiones en ambas direcciones, pero sobre todo hacia el lado sur, en la medida que se aterricen los cambios que están gestándose en nuestro país, que se despejen incertidumbres, y que se hagan efectivas las expectativas de apertura, reducción de costos de transacción y, en suma, de mejores condiciones para invertir y generar más y mejores empleos.
Se debe aprovechar dijo, que pese a la presencia de factores que como la inseguridad, generan preocupación, existe un enorme interés del extranjero por el desarrollo de las reformas en México, con una perspectiva renovada.
México debe potencializar los motores de dinamismo que descansan en la aprobación de las reformas estructurales y sus leyes secundarias, y convertir en realidades las perspectivas alentadoras de su economía, tanto interna como externa.
Solo así, indicó Gutiérrez Candiani, se lograran en el país condiciones competitivas para la inversión, el desarrollo y la multiplicación de las empresas; y la generación de más y mejores fuentes de trabajo.
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