viernes, 21 de noviembre de 2014

Nuevo Régimen Fiscal para reducir la informalidad

Fuente: Isaac Luna/Revista: Así es Esto del Abarrote

Uno de los grandes lastres que vivimos actualmente es la informalidad. Sobre este tema, en nuestro país hay datos realmente alarmantes. Hoy se sabe, de acuerdo con cifras del INEGI, que lleva Eduardo Sojo, que más de la mitad de las personas que tienen empleo en México, se ubican en este sector.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, hasta la primera mitad del año, la Población Económicamente Activa, conocida como la PEA, ascendió a 49 millones 545 mil personas. De tal cifra, nada menos que 28 millones trabajan en la informalidad, esto es el 57.76 por ciento de los trabajadores en el país.

En este sector, de los que más pesan son los que laboran en el ambulantaje, con el que de plano, los gobiernos no han podido. Son los que venden tortas, tacos, garnachas, ropa, zapatos, herramienta, juguetes, muebles, electrodomésticos flores, un gran número de artículos. Ahí, la situación es realmente alarmante, pues este núcleo representa el 43.32 por ciento de los informales y el 27.33 por ciento del total de la PEA.

Estos trabajadores por supuesto, no pagan impuestos, a cambio de carecer de todo tipo de prestaciones de ley como la seguridad social, Infonavit y ahorro para el retiro.

Les siguen trabajadores de empresas que a pesar de estar en locales establecidos no tienen seguridad social. Estos suman el 23.70 por ciento de los informales, luego están, con el 21.23 por ciento, los que se hallan en el ámbito agropecuario y después los trabajadores domésticos, como las fámulas, jardineros, plomeros, etcétera, con el 7.73 por ciento del universo de informales.

Por estados, Guerrero y Chiapas comparten los mayores índices del país, ya que la informalidad compone nada menos que el 79 por ciento de su PEA. Un poco más abajo, pero con una situación no menos grave, está Oaxaca con el 78 por ciento de su PEA compuesto por la informalidad.

Datos de la Procuraduría de Defensa del Contribuyente, la Prodecon, señalan que el elevado nivel de informalidad que existe, cuesta al país aproximadamente un 30 por ciento del Producto Interno Bruto. Esto es sumamente preocupante, ya que su costo anual es el equivalente a unos 4.9 billones de pesos.
Por supuesto que muchos de los que trabajan en este ramo no quieren establecerse en lo formal; prefieren continuar en esa condición y no pagar impuestos, a cambio incluso de no tener contratos laborales, ni seguridad social; sin embargo, no todo es su culpa.

Sobre ello, una encuesta reciente entre directores de empresas del país realizada por el Banco de México, revela que la complejidad para cumplir con los trámites exigidos por los gobiernos del país para establecer negocios, es una de las causas que explican la dimensión del repunte de la economía informal, amén de la corrupción que no se acaba, la percepción de altos impuestos y las nulas penalizaciones a quienes se desarrollan en la informalidad. Por todo eso se debe de empezar para solucionar la problemática.

En México, apenas se quiere comenzar a paliar este grave cáncer, aunque de manera incipiente y de acuerdo con expertos, con pocas posibilidades de lograr grandes avances con base en las dimensiones de este problema.

Sobre ello, el gobierno acaba de lanzar uno más de sus programas, en esta ocasión, justamente para tratar de subir a la formalidad a las millones de personas que viven fuera de ella. Se trata de Crezcamos Juntos, cuya meta es incorporar a 5 millones de unidades económicas en los siguientes 12 meses, aún poco suficiente comparado con la dimensión de los informales que hay.

La base de este programa es la incorporación de este sector al nuevo esquema recién aprobado denominado Régimen de Incorporación Fiscal, el RIF, donde estarían las personas físicas con ingresos desde 100 mil, hasta 2 millones de pesos anuales, y que sustituye al anterior Régimen de Pequeños Contribuyentes, Repeco, que dejó de operar en 2014.

Se establece que con el RIF, los negocios informales, al estar pagando impuestos de manera paulatina, podrán tener acceso a la seguridad social, a financiamientos para su negocio y hasta crédito Infonavit.

Estos estímulos, pretenden que más personas se animen a adherirse al programa…Pero el aliciente de entrada, es que en el primer año no se pagarán impuestos como el IVA, ISR y IEPS para los de ingresos de hasta 100 mil pesos, pero se establecen tasas que irán aumentando de manera paulatina.
Los contribuyentes que realicen alguna actividad empresarial, como tiendas de abarrotes, papelerías, talleres mecánicos, carnicerías y se inscriban al régimen, no pagarán impuestos el primer año y pagarán 10 por ciento en el segundo y cada año sumará un porcentaje similar hasta llegar al 100 por ciento en 10 años. Asimismo, deberán emitir facturas electrónicas y tendrán la ventaja de hacer deducibles sus gastos, además de poder ser proveedores de empresas más grandes, aspectos que no se logran estando en lo informal. 

Así se establece el esquema de impuestos para el RIF, ej.

FONDA

INGRESOS ANUALES
200,000
Tasa de IVA: 8%
IVA a pagar
2015 0
2025 16,000
VENDEDOR DE ROPA
INGRESOS ANUALES
400,000
Tasa de IVA: 2%
IVA a pagar:
2015 0
2025 8,000

Los financiamientos para los negocios que los soliciten serán a través de Nacional Financiera por medio de un programa especial dirigido a pequeños negocios que tributen el RIF; apoyos a través del Instituto Nacional del Emprendedor; capacitación impartida por el SAT y facilidades para el pago de las cuotas obrero- patronales.

Datos del propio fisco señalan que de los 4.25 millones de contribuyentes en el RIF que pasaron en automático de Repecos, sólo 750 mil son nuevos, una baja cantidad.

Especialistas señalan que como en muchos de los planes de la actual administración, esta estrategia para estimular la recaudación tiene sus recovecos. Se sabe que, por ejemplo, en el caso de querer un financiamiento para su negocio, se toparán con tasas del orden del 69 por ciento y con créditos máximos de 50 mil para quienes tengan ingresos de 100 mil pesos al año. El crédito lo otorga Nafin, a través de Banco Compartamos. Las personas que deseen un crédito de 300 mil pesos, que es monto máximo disponible, deberá acreditar que su negocio lleva más de 2 años de operación, mostrar estados financieros y tener establecimiento fijo.

Especialistas del Instituto Mexicano de Contadores Públicos señalan que otra de las grandes dudas es que, si el gobierno llegara a concretar los objetivos de adhesión de contribuyentes a la formalidad que plantea este programa, tendría serias dificultades por ejemplo, para dar servicios de seguridad social. El IMSS apenas puede con sus afiliados actuales.

En fin, un tema que podría ser un buen esfuerzo, aunque hay que esperar si va realmente a dar resultados, dada la reticencia que persiste en los millones de informales. 

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