Fuente: Redacción
Con el fin de consolidar una baja inflación y proteger la estabilidad financiera en el país, el Banco de México analiza un próximo incremento en su tasa de interés referencial y con ello adelantarse a la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de hacer lo propio.
Así lo dio a conocer el instituto central a través de la minuta de la última reunión que sostuvo su Junta de Gobierno el pasado 25 de febrero, en donde los miembros del consejo determinaron mantener, por lo pronto, en tres por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, frente al actual desempeño de la economía y el contexto global.
Lo anterior, porque los eventuales ajustes en la política monetaria en Estados Unidos podrían tener un efecto sobre el comportamiento del tipo de cambio en México y, éste a su vez, sobre la inflación y sus expectativas.
La mayoría de los miembros coincidió en la importancia de consolidar la convergencia de la inflación a su meta permanente de tres por ciento.
En materia económica, algunos de los miembros enfatizaron la compleja coyuntura por la que atraviesa la economía, ya que por un lado, las circunstancias cíclicas de la economía nacional reflejan que ésta aún “opera bajo condiciones de holgura en sus diversos mercados y que incluso recientemente se ha debilitado”.
Y por otro, la postura relativa de política monetaria de México respecto a Estados Unidos podría tener un efecto sobre el comportamiento del tipo de cambio y, este a su vez, sobre la inflación y sus expectativas.
De esta manera, la Junta de Gobierno decidió por unanimidad mantener en tres por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en virtud de que estimó que la postura monetaria vigente es conducente a afianzar la convergencia de la inflación a la meta permanente de tres por ciento.
“Actualmente, las condiciones cíclicas de la economía muestran debilidad, la inflación observada es inferior al objetivo y las expectativas de inflación se encuentran ancladas”, comentó el BANXICO.
Y de igual manera, al estar la economía mexicana altamente integrada a la global, en particular a la de Estados Unidos, las acciones de política monetaria de ese país podrían tener repercusiones sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
“Por tanto, la Junta de Gobierno se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, pero particularmente a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como al desempeño del tipo de cambio; también le dará seguimiento a la evolución del grado de holgura en la economía. Todo esto con el fin de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias para asegurar la convergencia de la inflación al objetivo de tres por ciento en 2015 y consolidarla”, señaló.
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