Por Redacción
Especialistas del Instituto
Nacional de Salud Pública, aseguraron que datos preliminares de un estudio del
Instituto revelan que la aplicación del impuesto a bebidas azucaradas ocasionó la disminución
en el consumo éstas en un 6% en lo que a
compras se refiere.
Además se detectó una diferencia
a lo largo del año que alcanzó un descenso del 12% en diciembre del 2014.
La recomendación es mantenerlo o
incrementarlo y utilizar los recursos fiscales para acciones preventivas que
lleven a fortalecer las políticas integrales, consideraron los especialistas de
dicho instituto.
Lo anterior debido a que los
mexicanos consumen en promedio 163 litros de bebidas azucaradas al año.
Tan sólo entre 1989 y 2006 el
consumo de refrescos per cápita aumentó en 60% y 24 mil personas al año mueren
en México por el consumo de bebidas azucaradas.
En 2013, las principales causas
de muerte fueron las enfermedades cardiovasculares y diabetes, resultando en
145 mil 237 y 87 mil 245 muertes respectivamente.
En relación con el sobrepeso,
nuestro país tiene una prevalencia del 38.8% que lo sitúa en la segunda tasa
más alta, después de Chile; en cuanto a la obesidad la prevalencia es de 32.4%,
la segunda más alta después de Estados Unidos.
Al respecto, Abelardo Ávila,
investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador
Zubirán, cuestionó los programas sociales manejados por el gobierno, que son
grandes canales en la distribución de bebidas azucaradas y comida chatarra,
entre la población de más escasos recursos, lo que lleva a un hábito en su
consumo.
“Este tipo de políticas deberían
estar restringidas y no promovidas por las propias autoridades”, sostuvo el
especialista.
Por su parte, Alejandra Cantoral,
investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) presentó los
resultados recientemente publicados de su investigación sobre el efecto de las
bebidas azucaradas en niños, que demuestra la existencia de una probabilidad 3
veces mayor de desarrollar obesidad en la infancia y adolescencia, si se inicia
el consumo de bebidas azucaradas antes de los 12 meses de edad.
Los hábitos de consumo de estas
bebidas en los primeros años de vida permanecen en etapas posteriores, detalló.
Quienes más consumieron bebidas
azucaradas en la infancia continúan un consumo alto de adolescentes.
Asimismo destaca que el 73% de
los niños y adolescentes estudiados iniciaron su consumo de bebidas azucaradas
antes de los 12 meses lo que indica un alto porcentaje de la población en
riesgo de desarrollar obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
En conferencia de prensa, Kimber Stanhope de la Universidad del
Departamento de Biociencias moleculares de la Universidad de California,
presentó los resultados de un estudio que evidenció una relación directa entre
el consumo de bebidas azucaradas y el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares que son la principal causa de mortalidad en México.
En dicho estudio, a sólo dos
semanas de iniciar el consumo de estas bebidas azucaradas los participantes
incrementaron sus factores de riesgo sobre el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares con consumos similares a los que presentan los mexicanos, aumentando
el colesterol de baja densidad, proteína apolipitina B y el ácido úrico.
El análisis se realizó a partir de la toma de
media lata de refresco durante cada comida (lata y media al día), equivalente a
60 gramos de azúcar.
Refiriéndose a los estudios que
niegan la evidencia del daño en salud generado por estas bebidas, Stanhope
señaló el conflicto de interés existente en varios de estos, al ser financiados
por la industria del azúcar y de las bebidas azucaradas.
“La mejor forma de saber si un
estudio es confiable y científico es conocer el financiamiento que lo
sostiene”, concluyó la especialista.
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