Fuente: Grupo Fórmula El director
nacional de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas
Carbonatadas (ANPRAC), Emilio Herrera Arce, considera que la propuesta de
gravar con un peso más por cada litro de bebidas azucaradas y carbonatadas,
lejos de contribuir al combate de enfermedades como la obesidad, impactará a
las familias de menores ingresos.
Emilio Herrera
Arce, en entrevista con Eduardo Ruiz Healy, explicó que el gravar con un peso
por cada litro de bebidas azucaradas y carbonatadas, "no tiene eficiencia
en cuanto a ayudar a resolver el problema de sobrepeso y obesidad", ya que
en el supuesto de que el consumo que disminuyera de refrescos fuera del 100 por
ciento, "el impacto que tendría en la dieta de los mexicanos sería
disminuir, cuando mucho el 1 por ciento del contenido calórico".
El Director de
la ANPRAC, señaló que el refresco representa el 5.5 por ciento de requerimiento
calórico diario, es decir, "hay 94.5 por ciento de energía que proviene de
una diversidad de alimentos que integramos nosotros a nuestra dieta…, y sí
genera daños económicos y sociales importantes para México".
Por el
contrario, el daño que representa ese peso por cada litro, "entre el 15 y
el 20 por ciento de incremento en los precios"; "el daño que va a
generar y los costos económicos, y sociales, y a la producción son
verdaderamente considerables", aseguró.
Agregó, que al
ser las familias de menores ingresos las que destinan un mayor porcentaje de su
presupuesto, resultarían más afectador; además "en la manera en que está
planteado este impuesto, le impacta porcentualmente más a los precios de los
refrescos llamados ‘familiares’, puesto que son los que venden el contenido en
precios más económicos".
Destacó
también que este impuesto, en el caso de la cadena productiva caña de
azúcar-refrescos-pequeños detallistas, genera 540 mil empleos directos y más de
3 millones indirectos, "estamos ciertos que va a tener un desempleo de
miles de mexicanos", sentenció Herrera Arce.
El Dirigente
de la ANPRAC, señaló también que este tipo de impuestos aplicados a un producto
"son un incentivo muy importante a la informalidad. Entonces, no va en el
orden de los objetivos que la reforma hacendaria nos ha planteado".
Para encontrar
una solución a esta medida que Emilio Herrera señaló como
"discriminatoria", la ANPRAC buscará foros de diálogo con el
Presidente Peña Nieto y con los legisladores, pues "no es un impuesto a un
ente lejano, sino es un impuesto a cada uno de los consumidores".
Finalmente,
señaló que este impuesto obedece más a una "justificación recaudatoria,
por qué escudarse en una justificación de salud", concluyó
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