Por Norma Patiño Villalobos
Erick
Navarrete Aguilar, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México, anunció que el gremio que encabeza
promoverá juicios de amparo contra el IEPS pues este Impuesto Especial Sobre
Producción y Servicios ha causado daños económicos a esta industria en la venta
de pan de dulce propiciada por una caída, en lo que va del año, del 15% en el consumo de este
alimento.
Aseguró
que como resultado de la aplicación de este impuesto a productos de
bizcochería, el consumo ha tenido una caída alarmante por parte de la población
de bajos recursos y advirtió que “ante la falta de liquidez de nuestros
clientes, se traducirá en cierres y despidos de trabajadores cuya plantilla es
actualmente de 400 mil panaderos y empleados”.
Sobre
todo, lamentó el hecho de que se está lesionando la alimentación de quien menos
tienen, esa población que según la “Cruzada Nacional contra el Hambre” es de 7.4
millones de mexicanos y cuya condición es de pobreza extrema y carencia
alimentaria severa.
De
ese total, recordó, 3.67 millones están en zonas urbanas y 3.73 millones en
zonas rurales, entonces ese sector es el más afectado con el impuesto al pan de
dulce.
El Presidente de CANAINPA, sostuvo que
la afectación a la industria panificadora nacional por el IEPS está desde el
pasado 1 de enero de este año ya que involucra a todos los
productos de bizcochería.
Por
ello, insistió, el impuesto del ocho por ciento ha causado un triple efecto
negativo al sector y “es necesario
manifestarnos en contra, ante un daño que calculamos como irreparable”.
Erick
Navarrete Aguilar aseguró que con este impuesto se promueve el comercio
informal e ilegal, ese que no paga impuestos, ni asegura a sus trabajadores y
sí carece de calidad y control sanitario en sus productos.
En
la industria panificadora mexicana donde existen 35 mil panaderías
tradicionales distribuidas por toda la República, “calculamos un descenso en el
consumo de al menos un 15 por ciento”, aseguró.
Lo
anterior, dijo, unido al comercio informal de nuestros productos, nos
encontramos con que el mantenimiento de los negocios y de los más de 400 mil
puestos de trabajo se convierte en una cuestión sumamente complicada.
Indicó
que en la población de menor recurso el impuesto está provocando graves
problemas económicos en grupos sociales que han visto un incremento del ocho
por ciento en el precio del pan, parte fundamental de su canasta básica y de su
dieta diaria.
A
la larga, dijo, “ello implica no consumir un producto de tradición, que se
encarece, que injustamente se cataloga como chatarra y que diariamente estaba
en la mesa familiar”.
Erick
Navarrete Aguilar, calificó a este impuesto como un error pues “no se puede
sustituir una “concha” del desayuno por un atún, ni nutrimental ni
económicamente”.
Además,
reiteró, nuestros análisis arrojan que “en los próximos meses se va a producir
un cierre importante de industrias del sector como consecuencia de la caída del
consumo”.
El
Presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México, recordó que el pan mexicano es un
alimento absolutamente sano, reconocido a nivel mundial por sus ingredientes y
consumido en su justa medida no excede las calorías recomendadas para una dieta
equilibrada.
Además,
es un alimento básico y así se recoge en todas las “Canastas Básicas” que se
manejan en el país; por ello el pan es parte fundamental de nuestra gastronomía
y el IEPS está dañando a la economía, está propiciando la inflación, acabando
con empleos, con empresas, está promoviendo el comercio informal y afectando el
bolsillo de quienes menos tienen.
Por
ello, sentenció que es contraproducente el mantenimiento del impuesto sobre el
pan dulce y vemos la necesidad de ampararnos y solicitar su exención ante el Sistema
de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
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