Por Redacción
Alejandro Cuadra
Ordorica, Presidente Nacional de la Asociación Nacional de Abarroteros
Mayoristas, aseguró que la aprobación de la Ley de Competencia Económica para
el sector abarrotero del país se quedó “corta” pero por lo menos muestra una
tendencia hacia el control de los monopolios y algunas actitudes que generen
efectos anticompetitivos.
Sin embargo, en el
marco de la inauguración del XIV Congreso de la ANAM y la XXII Asamblea General
de Socios, reconoció que se otorga mayor fuerza a la Comisión Federal de
Competencia Económica al poder definir e imponer sanciones económicas y de
privación de la libertad a quienes violenten la nueva Ley por lo que los
abarroteros “vigilaremos que se regulen los mercados; se sancionen las
prácticas monopólicas a fin de que productos y servicios sean más baratos”.
Al presentar su
informe de labores 2013-2014, recordó que el sector abarrotero lleva años
trabajando en una ley de buenas prácticas comerciales por lo que con la ya
existente y recién aprobada “habremos de trabajar, lucharemos, pues estuvimos
muy cerca de llegar a lo que buscábamos para fortalecer el comercio
tradicional, en defensa de las grandes cadenas comerciales”.
Asimismo, en este
encuentro que contempla la elección del nuevo consejo directivo para el periodo
mayo 2014 – mayo 2015, comentó que quedan algunos temas pendientes en la
materia como abundar más en aquellas conductas anticompetitivas que
distorsionan, discriminan, depredan precios y mercados; afectando a
consumidores y productores.
Cuadra Ordorica,
Presidente Nacional Saliente de la Asociación Nacional de Abarroteros
Mayoristas, se pronunció por regular a aquellos agentes económicos que en
muchos de los casos aprovechan su posición de dominio para fijar precios,
condiciones de venta o prácticas comerciales y en general en las que su
capacidad de negociación en el mercado se ve favorecida.
Recordó que cuando
ofertan, las Grandes Cadenas Comerciales productos puntualmente, luego suben
los precios, lo que afecta negativamente la economía del consumidor.
Dijo que entre las
principales prácticas que se constituyen en abuso de posición de dominio se
tiene: la negativa injustificada de compra o venta cuando ya se tiene una
relación contractual; el trato discriminatorio con otros agentes económicos
similares; cláusulas de atadura y otros de efecto equivalente; descuentos
unilaterales, promoción de ofertas a cargo de los proveedores; así como pago de
lo convenido fuera de los tiempos convenidos y en ocasiones con “quitas”.
Esta situación, dijo,
afecta la actividad comercial de un número importante de micro, pequeñas y
medianas empresas; las cuales en total representan el 99.8% de las empresas del
país, el 72% del empleo y el 52% del Producto Interno Bruto que se genera en el
mismo y que acaba por traducirse en desplazamiento del mercado de manera
artificiosa con la correspondiente quiebra, cierre de empresas y pérdida de
fuentes de empleo.
Por ello, es
necesario definir lo que se entiende por saldos, perecederos y productos
defectuosos; establecer que salvo que el Agente Económico demuestre que genera
ganancias en eficiencia e inciden favorablemente en el proceso de competencia
económica y libre concurrencia superando sus posibles efectos anticompetitivos,
y resultan en una mejora del bienestar del consumidor estas serán sin afectar
la cadena productiva y comercial.
Es necesario, por
tanto, “prohibir la venta debajo de costo o que en su definición se incluyan
elementos como el costo de su última adquisición”, entre otros aspectos.
Todo lo anterior se
sustenta en una realidad de monopolios en el país como es la existencia de 3
bancos que dominan los servicios financieros, 2 empresas controlan los canales
de televisión abierta, 1 empresa controla la radio conexión telefónica, 2
grupos controlan la distribución de gas LP, 2 empresas controlan el mercado de
cemento y 2 empresas controlan la distribución de medicamentos, entre otros.
Además no hay que
olvidar que el 30% de las familias de México, gasta en mercados con prácticas
monopólicas, lo que implica que una buena parte del ingreso familiar se
transfiere a un grupo reducido que obtiene utilidades monopólicas, es decir,
utilidades extras, a costa de los consumidores.
Los grupos
productivos que más sufren, con las prácticas monopólicas, son las micro,
pequeñas y medianas empresas, 100% mexicanas, por lo que sus posibilidades de
crecimiento y desarrollo son casi nulas, concluyó.
No hay que olvidar
que recientemente, Steve Forbes, Presidente y Director de Forbes Media, declaró
que el gobierno mexicano se equivocó con la nueva Reforma Fiscal tras advertir
que ésta llevará a parte del comercio a la informalidad.
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